Ayer domingo nos desplazamos hasta el coso de Las Ventas de Madrid atraídos por el reclamo que suponía la actuación de Alejandro Amaya, matador de toros mexicano que, a principios de la década pasada, logró cortar un rabo en la plaza de toros de Ciudad Real. También añadía notas de interés la actuación de dos de los toreros destacados del verano venteño (Iván Vicente y Javier Jiménez), y la lidia de una ganadería, la de Martín Lorca, que ha echado toros de nota en las últimas temporadas en este ruedo. Pero nuestra expectación se había tornado decepción cuando a las siete y veinticinco se arrastraba el sexto de la tarde, que ponía fin a la corrida y a la temporada en Las Ventas.
Alejandro Amaya es torero de corte clásico, de esbelta figura y que sabe torear. O sabía, porque ayer, a pesar de enfrentarse a un lote con pocas opciones, no evidenció soltura ni demasiadas ganas. Anduvo desconfiado y no logró momento de brillantez alguno a pesar de las insistentes voces de “Viva Tijuana” que salían de los tendidos de Sombra.
Uno de los dos toros con posibilidades de la corrida saltó en primer lugar, un ejemplar noble y manejable al que Iván Vicente (ovación con saludos en ambos) condujo con elegancia en línea recta, pero sin llegar a apostar con firmeza y garra. Al toro le faltó chispa que debería haber aportado el torero. Su segundo fue casi un inválido muy protestado cuya lidia se desarrolló en un ambiente muy a la contra. Lo mejor, la buena estocada recetada al primer intento.
Javier Jiménez (algunos pitos tras aviso y silencio) no logró conectar con algunos sectores de los tendidos ante el buen tercero. El toro embistió con emoción y el sevillano lo condujo con tanta entrega como velocidad en la ejecución de los muletazos. Cerró faena por ajustadas bernadinas finales cuando al toro aún le quedaban embestidas dentro. Tampoco logró tomar altura la faena al sexto, un toro que se metía por dentro y que impidió lograr cotas de interés.
La ficha del festejo fue la siguiente: Plaza de toros de Las Ventas. Festejo del Día de la Hispanidad. Cierre de Temporada. Casi un tercio de plaza. Se lidiaron cuatro toros de Martín Lorca y dos de Escribano Martín (3º y 5º), ofensivos de pitones, de buenas hechuras aunque desiguales. Resultaron mejores los lidiados en primer y tercer lugar. El resto, deslucidos.