El Programa Operativo de Inclusión Social y de la Economía Social (POISES) que Cocemfe Ciudad Real ha promovido durante el primer semestre del año, finaliza con todos sus objetivos en materia de orientación, contacto con empresas e inserciones laborales, conseguidos. Esta nueva experiencia, ha sido financiada por Fundación ONCE y el Fondo Social Europeo (FSE) y una vez más ha puesto en valor la necesidad de una atención personalizada donde primen los perfiles y las marcas personales de las personas en búsqueda de empleo. Es por ello, que las dos técnicas de POISES, Sonia Morales y Priscila Fernández han basado su trabajo en dar respuesta a cualquier demandante, adaptando las búsquedas a las ofertas y sus posibilidades.
En este sentido, han sido un total de 75 personas con alguna diversidad funcional las orientadas; 22 inserciones laborales que comprenden periodos de hasta tres meses (9), de tres meses a un año (10), y de más de un año (3). Asimismo, las técnicas de empleo se han puesto en contacto con 50 empresas, subrayando el valor y potencial de las personas con discapacidad. “El trabajo es una herramienta fundamental para la inclusión social. Se trata por tanto de la principal vía de acceso a los recursos económicos, y por tanto, resulta básica para el desarrolla personal y social de cualquier persona, tenga o no discapacidad”, afirman desde el área de empleo de Cocemfe Ciudad Real.
Integración laboral
Desde la Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Ciudad Real consideran que uno de los retos más importantes que el conjunto de la sociedad debe afrontar a diario es precisamente esa integración laboral de todas las personas que la conforman.
“Creemos que las personas que están en riesgo de exclusión socio-laboral tiene que representar una prioridad y una responsabilidad para cualquier sector. Por esta razón, Cocemfe Ciudad Real tiene como objetivo para con las personas con discapacidad, garantizarles la igualdad de oportunidades, el respeto por la diversidad y el acceso al mercado de trabajo”, argumentan desde la entidad ciudadrealeña.
En esta situación, es también destacable que las personas con capacidades diferentes son, dentro de los colectivos en riesgo, uno de los más afectados y con mayor presencia en España. Una circunstancia que se agrava si se trata de personas que viven en el entorno rural. “Con este panorama también hay que destacar el amplio porcentaje de empresas que incumple todavía la ley de inserción laboral de personas con discapacidad, que establece una cuota mínima de un 2% de empleados con discapacidad para empresas de 50 o más trabajadores. Este hecho pone de manifiesto el papel decisivo que juegan las empresas y entidades sociales en el acceso al mercado laboral de las personas con capacidades diferentes, de ahí la importancia de haber contactado con 50 empresas”, prosiguen.
Cocemfe Ciudad Real destaca varios motivos por los que este colectivo ha de ser contratado. Por un lado, y a pesar de la creencia generalizada, las personas con discapacidad tienen mínimas dificultades de adaptación. “En la mayoría de los casos, la persona se integra rápidamente a las funciones que se le asignan y cumple con la exigencia requerida en ese trabajo desde el primer momento”.
Además, las personas con diversidad funcional suelen tener una buena disposición al trabajo y una gran motivación en su día a día, “precisamente por las dificultades que se les presentan a la hora de conseguirlo”, expone Cocemfe-CR.
Por otro lado, y centrándose en las empresas, “contratar personas con capacidades diferentes suele aportar beneficios organizacionales, pues implica incorporar a la empresa valores como la diversidad, la pluralidad, la solidaridad y el respeto, una circunstancia que mejora el ambiente interno y que se revierte en beneficios, pues el consumidor conocedor de esta política laboral, está muy a favor de empresas que apuestan por la responsabilidad social corporativa, en definitiva, por empresas que invierten en la sociedad”.
Balance
Desglosando las características de las personas con las que se ha trabajado, la mitad de las mismas tenían como base la educación primaria. En cuanto a sexo, se han 13 hombres y 9 mujeres. Tomando como referencia la variable del tipo de discapacidad, el 83% poseían una discapacidad no severa. Por último, el 100% de personas orientadas estaban en edades comprendidas entre 25 y 54 años.
Para conseguir estos resultados se han realizado itinerarios personalizados basados en el protagonismo de la persona, a través de cuatro áreas de intervención principales: competencias, búsqueda activa de empleo, formación y empleo.
