Pero eso no significa que tener la mejor página del mundo vaya a colocar en el mapa a la empresa. Y mucho menos con la competencia tan grande que ha surgido con la irrupción de internet, que ha redefinido los conceptos de tiempo y espacio, acortándolos y acercando a millones de personas a través de un par de clics.
Posicionamiento SEO y email marketing
Una herramienta clave para destacar en la red global es invertir en posicionamiento SEO, lo que permite aparecer más arriba en los resultados de los motores de búsqueda, una de las formas más efectivas de llegar a un mayor número de personas. Y aparecer lo más arriba es determinante, puesto que el 75% de los usuarios de motores de búsqueda no pasan de la primera página. Y lo mejor es que los usuarios que llegan a una página a través de un buscador, lo hacen buscando lo que, precisamente, ofrece esa página. Es decir, si un usuario quiere arreglar su coche en Sevilla, es muy probable que introduzca en un buscador “taller mecánico Murcia” y habrá muchas posibilidades de que acabe llevando su coche a alguno de los talleres que aparecerán en la primera página del buscador.
Otra valiosa opción para dar a conocer una empresa y sus servicios es llevar una adecuada estrategia de email marketing. Si con el posicionamiento SEO son los clientes los que buscan y encuentran a las empresas, con el mailing online son las empresas las que buscan a los clientes. Pero no se trata de acribillar a los (potenciales) clientes con decenas de correos sin ton ni son, sino de establecer una comunicación cercana con ellos para crear relaciones, obtener información sobre lo que buscan y poderles ofrecer productos ajustados a lo que necesitan.
Una de las claves del email marketing es la segmentación, ya que permite optimizar las distintas campañas que se puedan lanzar. Otra de las ventajas de la segmentación es que evita que los clientes y/o suscriptores reciban de forma continuada información que no les resulte relevante, algo que sería muy negativo para sucesivas campañas, ya que más adelante podrían acabar en la bandeja de correo no deseado y no conseguirían el efecto deseado ni generar conversiones.
Por si fuera poco, esta estrategia de marketing tiene una serie de ventajas:
- Su coste es muy reducido, sobre todo si se compara con el de campañas publicitarias o con el de Google Adwords
- El retorno de la inversión (ROI) medio es superior al 100%.
- Sus resultados son medibles, por lo que se puede saber qué campañas funcionan y cuáles no.
- Se puede automatizar. Se crea la campaña y se programan los envíos, de manera que se ahorra mucho tiempo y también se fidelizan clientes mediante la periodicidad.