El Consejo General de Economistas (CGE) ha mantenido en el 3,9% sus previsiones para el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español este año y en el 7,1% la tasa media anual del Índice de Precios al Consumo (IPC).
Así se desprende del ‘Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas’, publicado este viernes, en el que se advierte, no obstante, de que el crecimiento del PIB del 0,2% en el primer trimestre, menor de lo esperado, denota que el país está asistiendo a una desaceleración.
De cara al segundo trimestre, los economistas prevén que en el segundo trimestre el crecimiento se sitúe entre el 0,3% y 0,4% y esperan una cierta recuperación en el tercer trimestre, que podría superar el 1%, gracias a los efectos del turismo, que no conseguirá llegar, no obstante, a los niveles de 2019.
En un entorno de incertidumbre, los economistas han mantenido también sus estimaciones para la tasa media del Índice de Precios al Consumo (IPC) en el 7,1%. Aunque los economistas ponen en valor que en España se estén adoptando medidas en forma de ayudas para paliar el efecto de ese incremento de los precios en empresas y particulares, han advertido de que el tope del gas y la bonificación de 20 céntimos en el precio de los carburantes “no están teniendo los resultados esperados”, dado que en el caso de la bonificación “ha sido absorbida por el incremento del coste de los carburantes”.
En cuanto a las últimas medidas adoptadas, fundamentalmente la bajada del IVA a la electricidad hasta el 5%, los economistas creen que, aun tratándose de una ayuda, no se espera que tenga un efecto relevante en el IPC.
“Si se tratara de una inflación de demanda, las políticas de los bancos centrales podrían ser efectivas; pero, al tratarse de un problema de oferta a nivel mundial, estas medidas palían la pérdida del poder adquisitivo, pero no tienen un efecto transcendente en el control de la inflación”, han explicado.
Pese a todo, el Consejo General de Economistas considera que, hasta la fecha, no se está produciendo el efecto de segunda ronda de la inflación dado que los salarios se están manteniendo a pesar del incremento de los precios, pero, han alertado de que si se incrementan al nivel de la inflación, “podría generar el efecto peligroso de que se retroalimente y se genere una espiral alcista con difíciles consecuencias”.
REBAJA SUS PREVISIONES PARA LA DEUDA
En cuanto al déficit, los economistas también mantienen la previsión en torno a 5,3% del PIB, pero se estima que la deuda pública supondrá el 115,9 del PIB a 31 de diciembre de 2022, 6 décimas menos que lo estimado en la previsión anterior.
La estimación del Consejo General de Economistas es que la tasa de paro se reduzca en los meses de verano y se sitúe en torno al 13,2% a final de año, la misma estimación respecto a sus anteriores previsiones.
OTROS FACTORES DE INCERTIDUMBRE
El Consejo General de Economistas ha advertido de que hay otros factores que introducen incertidumbre en la economía como la moratoria concursal que se aprobó por el Gobierno en 2020 con motivo de la pandemia, que ha finalizado el 30 de junio, y que podría traer como consecuencia que empresas que se han mantenido acogidas a esta moratoria, finalmente tomen la decisión de acudir al concurso de acreedores y/o cerrar.
En este sentido, los economistas recuerdan que el tejido empresarial español está formado mayoritariamente por pymes, más vulnerables a los incrementos de las materias primas y a los costes salariales, que no pueden trasladar a los precios por el escaso margen con el que cuentan, “por lo que su única salida es el cierre con el efecto que pudiera tener en las cifras de empleo”.
Lo que sí se ha aplazado es el vencimiento de los préstamos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con la ampliación del plazo de amortización hasta ocho o diez años, que ayuda a los afectados a hacer frente a sus deudas y no incrementar las cifras de insolvencias.
En el plano internacional, los economistas han señalado que el anuncio del Banco Central Europeo de incrementar el tipo de interés oficial ya se está manifestando en el coste de financiación de los distintos sectores económicos, tanto administraciones públicas como hogares y empresas.
El Euribor a doce meses, el tipo de interés de referencia para operaciones hipotecarias a tipo variable, ya se ha situado en el 1%, cuando hace un año estaba en el -0,5%. “Esto tiene como consecuencia el incremento del coste de la hipoteca y por tanto la reducción de la renta disponible, ya muy afectada por la inflación, con el efecto en el consumo y en el ahorro”, han apuntado en su informe.
De su lado, han alertado de que el incremento de los precios hace que la tasa de ahorro de los hogares se esté reduciendo, a lo que habrá que sumar el incremento de los gastos de financiación por la subida de los tipos de interés.