PRONAF, un rompedor proyecto de I+D avalado por el Ministerio de Ciencia e Investigación y liderado por la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (Universidad Politécnica de Madrid), presenta las conclusiones principales de su informe tras cinco años de estudio sobre la obesidad y su tratamiento. Más de 30 investigadores han medido 2.500 variables en cada uno de los voluntarios participantes en el programa para descubrir qué tipo de ejercicio combinado con dieta es el más adecuado para la intervención en la obesidad, enfermedad que según indica el último informe de la eficacia de la estrategia NAOS, a pesar de que los comportamientos obesogénicos están cambiando, su impacto en las patologías asociadas al sobrepeso y la obesidad no han sido eficaces.
Pedro J. Benito Peinado, coordinador e investigador principal del proyecto PRONAF y Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (UPM), explica: “No existen las recetas mágicas. Las dietas restrictivas son altamente peligrosas para la salud y ésta no puede depender de modas como la de Dukan. Debemos equilibrar nuestro gasto energético a nuestro consumo de calorías y comprender que la obesidad es una patología que puede ocasionarnos otras enfermedades graves. Hay que perder peso progresivamente y cambiando los hábito, por lo que una intervención integral, desde el punto de vista médico, psicológico y físico, son determinantes para el éxito a largo plazo.”.
A medida que cumplimos años, la grasa visceral aumenta. Como media, un individuo gana 6 kilos de peso y pierde 6 kilos de músculo entre los 25 y los 65 años. Además, la grasa se moviliza desde las extremidades hasta las vísceras; en el caso de las mujeres se cuatriplica la grasa intervisceral y se duplica en el caso de los hombres. Esta grasa es determinante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, por lo que su reducción es fundamental.
El proyecto PRONAF, explica Benito, “es pionero en la utilización de gimnasios como centros de salud, desvinculados de la estética. Es imprescindible entender que no hablamos de aspecto físico, sino de un problema de salud que consume el 8% del gasto sanitario total en España y que afecta cada vez a más pacientes”.
El estudio PRONAF concluye que debemos plantear la dieta como clave para mantener un peso saludable. Marcela González-Gross, coordinadora del proyecto PRONAF, doctora en Farmacia y Magister Universitario en Nutrición (UCM), explica que “comer poco y muchas veces al día mejora la digestión y hace que acumulemos menos grasas. Debemos tomar un 55% de hidratos de carbono, un 30-35% de grasas, un 12-15% de proteínas y entre 27 y 40 gramos de fibra alimentaria. Además, la dieta no debe ser restrictiva porque se va a abandonar”. Las dietas de menos de 1000 calorías diarias no garantizan el equilibrio nutricional y las de menos de 1.500 necesitan ser complementadas con suplementos vitamínicos.
Los voluntarios que han participado en el proyecto, además de agradecer profundamente la labor hecha por los investigadores, indican que es increíble pensar en cómo pequeños detalles que enseñan en el proyecto, pueden a uno cambiarle la vida. Aprender a enfrentarse a un banquete, estrategias en la elaboración de comida y un cambio en el estilo de vida, han sido los principales aportes de este proyecto a los participantes que han reducido un 10% su peso inicial.
Las tasas de obesidad han aumentado en todos los grupos de población en los últimos 20 años a nivel mundial. EEUU cuenta con 127 millones de adultos con sobrepeso, 60 millones de obesos y 9 millones de obesos mórbidos, lo que supone un 64,5%, 30,5% y 4,7% de la población mayor de 20 años, respectivamente.
España cifra un 38,7% de la población adulta con sobrepeso y un 14,5% que padece obesidad. Se prevé que en 2030 el 37% de los hombres y el 33% de las mujeres españolas padecerán la enfermedad.