Conde-Pumpido ha ganado el pulso a su compañera María Luisa Balaguer, también del ala progresista, que se postulaba como candidata de consenso con el bloque conservador de la corte de garantías. Él ha obtenido el respaldo unánime de los otros 5 magistrados del sector progresista, incluido el de María Luisa Segoviano, cuyo voto era la gran incógnita, mientras que ella ha sumado el suyo y el de los 4 conservadores.
De esta forma, el bloque progresista cierra la fractura generada un día antes, cuando sus 7 magistrados celebraron una reunión interna con la intención de que el grupo acudiera al Pleno de este miércoles con un solo candidato, algo que no fue posible por la persistencia de ambos en someter su propuesta al conjunto del tribunal.
El Pleno también ha elegido a Montalbán como nueva vicepresidenta del TC, con 6 votos frente a 5, ya que Balaguer ha votado con sus compañeros conservadores, según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.
Adiós al acuerdo táctico
De esta forma, el sector progresista ha roto la norma no escrita por virtud de la cual la Presidencia correspondía al sector mayoritario y la Vicepresidencia, al minoritario. De hecho, el bloque conservador había postulado a Ricardo Enríquez, el magistrado de mayor antigüedad y edad, que ha logrado 5 votos.
Este mecanismo se venía aplicando en los últimos años como una forma de lograr que las dos almas del TC tuvieran representación en la cúpula del TC, pero no siempre ha sido así, ya que hay precedentes de tándem procedente del mismo bloque.
Fuentes de la corte de garantías ya advertían de que, si los magistrados conservadores no votaban al candidato que mayor consenso suscitaba en el sector progresista, incumpliendo así su parte del acuerdo tácito, la corriente mayoritaria se vería liberada del mismo.
Un tribunal progresista
Conde-Pumpido y Montalbán sustituirán a Pedro González-Trevijano y Juan Antonio Xiol, respectivamente, que abandonaron sus cargos el pasado lunes, junto a Antonio Narváez y Santiago Martínez-Vares, con la renovación parcial del TC, que estaba pendiente desde el pasado 12 de junio.
La entrada de los cuatro nuevos magistrados provocó un vuelco de la antigua mayoría conservadora –de 6 magistrados frente a 5– a una holgada progresista –de 7 contra 4–.
De los cuatro nuevos magistrados, el ex ministro de Justicia Juan Carlos Campo y la ex alto cargo de Moncloa Laura Díez, propuestos por el Gobierno, han reemplazado a González-Trevijano y Narváez, nombrados en su día por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Por su parte, María Luisa Segoviano, ex presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo (TS), y César Tolosa, hasta ahora presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TS, ambos propuestos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), han dado el relevo a Xiol y Martínez-Vares, postulados también por el CGPJ.