Según la ministra portavoz, dado que “las fuerzas constitucionalistas recuerdan a la ciudadanía que no se debe contar con las fuerzas independentistas”, ahora tienen abierta una “forma perfecta” para evitar ese protagonismo del independentismo, que es “absteniéndose en la investidura, por cierto como hizo el PSOE en su momento con el fin de aportar estabilidad al nuevo Gobierno y el país”.
“Es una cuestión que está en su mano y podría ser un servicio a España, habida cuenta de que nadie duda, ni siquiera estas fuerzas, de que el nuevo Gobierno estará presidido por Pedro Sánchez”, ha remachado, invitando así a PP y Ciudadanos a “aportar valor a la estabilidad del país”.
Celaá aludía a la decisión del PSOE de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy a finales de 2016, una decisión que supuso una fractura en el PSOE, la dimisión de Sánchez como secretario general del partido y el abandono de su escaño en el Congreso. De esa forma, Sánchez evitó abstenerse en esa votación y evitó también desobedecer la instrucción de la dirección del partido.
Con todo, fuentes del Ejecutivo recuerdan que la posición que adoptó el PSOE fue la de la abstención y consideran que, teniendo en cuenta toda la presión que ejercieron en su día PP y Ciudadanos para que el PSOE se abstuviera, ahora deberían ser coherentes.
En todo caso, Celaá ha dejado claro que la vocación de Sánchez sigue siendo gobernar en solitario, con un programa que considera “suficientemente potente” para poder llevarlo a cabo con acuerdos con distintas fuerzas, eso sí, reconociendo que serán “acuerdos muy preferentes con Unidas Podemos”.
Con Podemos y ERC “todo está por transitarse”
Así, ha descartado la tesis de que el descontento con ERC, después de que los independentistas catalanes hayan impedido que Miquel Iceta presida el Senado, pueda favorecer una alianza más estrecha con Unidas Podemos. Según ha dicho, tanto con los de Pablo Iglesias como con ERC “todo está por transitarse” y “hay camino por andar”. De hecho, ha recordado que Sánchez e Iglesias se pusieron de acuerdo, precisamente, en acordar.
En cuanto a ERC, no ha querido precisar si existe algún diálogo y ha optado por responder que su propósito es dialogar con todas las fuerzas políticas y con todos los gobiernos, “también con el Govern”, y que siempre hay un “diálogo abierto en el ámbito constitucional”.
En cuanto a los plazos para la investidura, la portavoz del Ejecutivo cree que lo más realista es situarla a principios del mes de julio, porque el próximo día 21 se constituyen las Cortes y calcula que las consultas con el Rey, la organización de la Cámara y los grupos llevará alrededor de unos 30 días. De momento, Sánchez tiene dos citas internacionales a finales de junio: El Consejo Europeo en Bruselas los días 20 y 21 y la Cumbre del G20 en Osaka (Japón) los días 28 y 29.
Ábalos, partidario de la abstención
De si lado, el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, prefiere la abstención de Ciudadanos en una investidura de Pedro Sánchez a la de ERC y ha pedido a los ‘naranjas’ este gesto “en aras de la estabilidad” de España.”No queremos depender de los independentistas. Los que quieren que no dependamos deberían contribuir”, ha dicho en plural, si bien a continuación ha mencionado expresamente a Ciudadanos, pero no al PP.
“Prefiero confiar en la abstención de Ciudadanos”, ha admitido en rueda de prensa en la sede del partido en Ferraz, tras la reunión de la Ejecutiva que ha aprobado los nombres que compondrán las Mesas del Congreso y del Senado y las direcciones de los grupos parlamentarios.
Después de que los independentistas hayan vetado en el Parlament la designación de Miquel Iceta como senador autonómico, paso previo para que pudiera ser elegido después presidente del Senado como quería Pedro Sánchez, Ábalos ha señalado que las relaciones con ERC –cuya abstención puede ser imprescindible para que prospere la investidura de Sánchez– “son las que son, las que aparecen, no las que dice la derecha, si entregados a no sé qué pactos”.
En este sentido, ha asegurado que la derecha “no ha encontrado la prueba de la carga” para acusar al PSOE de mantener pactos ocultos con el independentismo. “Más bien al contrario”, ha añadido Ábalos, que ha llamado la atención sobre el hecho de que son la derecha y los independentistas los que suelen coincidir en las votaciones, como ocurrió cuando tumbaron el proyecto de Presupuestos del Gobierno o en la votación de Iceta como senador autonómico, en la que PP y Ciudadanos se abstuvieron y los independentistas votaron en contra.
No obstante, si PP y Ciudadanos hubiesen votado a favor y los independentistas hubiesen mantenido su rechazo, se habría producido un empate que, de no modificarse, habría provocado que la iniciativa decayese.
En cualquier caso, Ábalos ha descartado que un futuro Gobierno de Sánchez actúe con ánimo de “revancha” frente a ERC tras el veto a Iceta. “La revancha nunca es un buen instrumento para la concordia y no entra en la posición que nosotros hemos venido defendiendo, que es la del diálogo y la de buscar acuerdos. No vamos a caer en esa trampa, sería muy fácil”, ha añadido.