La semana pasada abordamos el fenómeno de la exclusión ganadera en función de resultados puntuales, y citamos el caso de la vacada de El Ventorrillo, que pasó de ser lidiada en las mejores ferias por los toreros figuras, a desaparecer del mapa taurino por dos corridas malas lidiadas en Sevilla y Madrid a comienzos del 2012, después de haber colaborado, por ejemplo, en la última Puerta del Príncipe de El Juli en 2011 o la Puerta Grande de Talavante en Madrid ese mismo año.
Sin embargo la problemática que hoy abordaremos en el espacio taurino de LANZA versa sobre la responsabilidad –sí, sí, responsabilidad- que tienen las figuras para la conservación de los distintos encastes.
Centrándonos en la temporada española-francesa, y echando un vistazo a las estadísticas de los que podemos considerar figuras actuales –dejando a un lado a José Tomás, quien se sale del esquema-, nos damos cuenta, para nuestra alarma, que del grupo formado por Manzanares, Juli, Morante, Talavante, Perera y Ponce, tan sólo éste último es quien con relativa frecuencia se enfrenta a ganaderías cuyo encaste es distinto a Domecq. De hecho Ponce (34 corridas) ha estoqueado en 2012 encierros de procedencia Murube, Núñez, Gamero Cívico y Lisardo-Atanasio, además de los consabidos domecq. Perera (37 corridas) también, aunque en menor medida, se las ha visto con toros “distintos”, como por ejemplo de encaste Núñez en Bilbao, Málaga o Madrid, o un toro de procedencia Lisardo-Atanasio al que le cortó dos orejas en Alicante. Manzanares (30 corridas) tan sólo se salió del “guión domecq” matando toros de Capea (Murube) en Alicante. El Juli (39 corridas) todo a lo que se ha enfrentado ha sido domecq. Lo mismo ha ocurrido con Morante (37 corridas), quien también ha dado “exclusividad“ en sus actuaciones a esta estirpe. Las únicas excepciones protagonizadas por Talavante (52 corridas) tuvieron lugar en Antequera, plaza en la que se las vio con toros de Gavira (si es que Gavira se puede considerar realmente distinto de domecq) y en Almería, donde estoqueó toros de Capea (encaste Murube). Como curiosidad citaremos el caso de Cayetano (17 corridas), que si bien no es figura, sí pudo elegir ganaderías con cierta comodidad, y encontramos que de nuevo todo fue domecq excepto en Guadalajara, donde se las vio con toros de Capea.
Con este panorama, y sin pretender menospreciar en absoluto al encaste Domecq, sangre eminentemente brava y que puede ofrecer lo mejor de lo mejor en gran medida, no es descabellado aventurar la desaparición más que real a corto plazo de la mayoría de los encastes que se salgan de lo que antes hemos llamado El Guión Domecq, ya que siendo la cría de toros de lidia claramente deficitaria y sólo salvándose de la ruina económica los ganaderos cuyos toros son lidiados por figuras, los ganaderos que no críen un toro del agrado de los toreros con poder poco tienen que rascar… Y su destino será su desaparición real. Y si no su desaparición real, sí la reclusión en reductos muy limitados para aquellas vacadas que por convencimiento o tradición familiar hayan criado un toro distinto a la procedencia dominante actual.
Con frecuencia los aficionados de mayor edad y los propios ganaderos afectados recuerdan los tiempos en los que las figuras del toreo se enfrentaban a corridas de todo tipo de procedencia, tanto en cosos de relevancia como en cosos de segundo orden. Ahí están los casos no tan lejanos de Paco Camino, Antoñete, Antonio Ordóñez, o los más lejanos de Manolete o Luis Miguel Dominguín. Sin embargo aquellas costumbres se perdieron, y hoy día se tiende a la uniformidad frente a la variedad, una relativa comodidad a la hora de interpretar las condiciones o características de cada toro, si bien dentro de domecq hay también variedad y no convendría generalizar en términos absolutos.
Por tanto, bienvenidas las magníficas iniciativas tomadas por toreros en muchos aspectos ejemplares como son El Juli o Perera, de pagar la mitad del precio de las entradas a los jóvenes, o realizar clases de toreo de salón para los más jóvenes, entre otras acciones. Pero su responsabilidad de figuras debería obligarles a hacer frente a más frentes abiertos, preferiblemente acompañados por el resto de toreros de peso. Esta semana el abordado en LANZA ha sido el del “guión domecq”; pero hay tantos abiertos…