J. Y.
Ciudad Real
Utilizar el hidrógeno como elemento complementario y equivalente en el desarrollo de las energías renovables para producir electricidad. Este es el importante rol que se proyecta para este gas en la industria energética.
Manuel Montes, director del Centro Nacional de Experimentación de Tecnologías de Hidrógeno y Pilas de combustible (CNH2) avala la “utilidad” de este elemento a la hora de introducirlo como “portador y almacén de un recurso energético autóctono”.
Este portavoz asegura que la construcción de la sede del centro (comenzará en febrero) impulsará el desarrollo de proyectos público-privados propios y de colaboración (como los que tienen en marcha Desphega, Sinter, PSEH2RENOV, Sofcmetal…), siempre con el hidrógeno como fuente de energía prometedora.
“Demostraremos la utilidad del hidrógeno en el futuro” con unas investigaciones que tras el proceso de transmisión de conocimientos a la industria serán “una oportunidad de línea de negocio para las emrpesas”.
Montes destaca el recurso energético del hidrógeno como como una energía “autóctona, más económica y competitiva”. Además tiene un interés científico con propias capacidades que avalan desarrollos como las pilas de combustible.
El director del CNH2 explica que el rol de este gas en las renovables “es complementario y equivalente”, ya que la electricidad no se puede almacenar como energía y el hidrógeno sí, y luego transformarse en electricidad o calor”.
Una de las implementaciones del hidrógeno más prácticas es el vehículo que utiliza hidrógeno diatómico como su fuente primaria de energía para propulsarse. Montes explica que es un campo con gran futuro pues se trataría de fabricar coches de combustible alternativo que irían dotados de baterías de hidrógeno, una tecnología totalmente limpia.
En concreto, ya hay prototipos en el mercado de vehículos alimentados con hidrógeno, que se convierte en electricidad a través de pilas de combustible que mueven motores eléctricos.
Montes habla de otros usos como el almacenamiento en baterías para los hogares, como aplicación complementaria a la electricidad.
Con todo y teniendo en cuenta la limitación de los combustibles fósiles, el hidrógeno se presenta como una energía “competitiva” producida “en nuestro territorio”.