La Guardia Costera italiana ha informado de que en las inspecciones que han realizado al buque Open Arms en el puerto Porto Empedocle (Sicila) se han detectado “anomalías graves” que justificarían la inmediata inmovilización del barco, sobre el que también recae una orden de secuestro dictaminada por la Fiscalía.
Miembros de la Guardia Costera han inspeccionado este jueves 22 de agosto el Open Arms, al que el martes se le permitió atracar en Lampedusa gracias a una medida de urgencia del fiscal y en contra del criterio del ministro del Interior, Matteo Salvini, que impide cualquier desembarco de migrantes y refugiados rescatados por ONG.
Los análisis realizados en las últimas horas habrían detectado “una serie de anomalías graves relativas a la seguridad de la navegación, al respeto de la normativa en materia de protección del ámbito marino y al entrenamiento y familiaridad de la tripulación con los procedimientos de emergencia“, según la Guardia Costera.
Tales anomalías implican “el inmediato cierre administrativo” del barco, a la espera al menos de que se subsanen “las irregularidades técnicas y operativas” detectadas durante la inspección.
El fiscal de Agrigento, Luigi Patronaggio, también ha solicitado este jueves al juez de instrucción de esta ciudad siciliana que confirme el secuestro preventivo del Open Arms, que desde la víspera se encuentra en Porto Empedocle tras desembarcar el martes en Lampedusa a los 83 migrantes que tenía a bordo.