J. Y.
Ciudad Real
P.- ¿Cómo está afrontando la crisis?
R.- Como el resto de las empresas de base tecnológica. Hemos tenido que recortar de forma drástica todos los proyectos de I+D+i, lo que lamentablemente se ha traducido en un ERE que ha puesto en la calle a investigadores y doctores de excelente trayectoria que se habían volcado en el proyecto Alquimia. En este año, hemos dejado aparcada la I+D+i y nos estamos dedicando básicamente a la gestión de residuos industriales, consultoría ambiental y ejecución de proyectos para poder afrontar todos los requerimientos financieros y el mantenimiento de los empleos. El cierre al crédito es absoluto y hay escaso apoyo público al sector en Castilla-La Mancha, antes y ahora.
P.- ¿Qué balance hace de las cuatro líneas de gestión (residuos, investigación, consultoría y análisis)?
R.- Es, a todas luces, un balance muy negativo. En este último año, hemos pasado de tener más de cien empleados y cuatro sedes, a mantener solamente 46 puestos de trabajo, con unas enormes dificultades financieras y económicas. A esto se une el desinterés político por conformar una legislación regional que prime el reciclaje frente a los vertederos. En cuanto a la consultoría ambiental y ejecución de proyectos se ha reducido en más de un 70%; la actividad de laboratorio ambiental es mínima y sobre la I+D+i, como ya le hedicho, la panorámica es desoladora. En el caso de la gestión de residuos, lo que ha caído de forma alarmante han sido los precios de gestión. Se prima la eliminación en vertedero, con precio mucho menor y prácticamente sin coste de personal, frente a la valorización o la recuperación, que permite obtener productos y subproductos pero que exige infraestructuras más costosas y más personal.
P.- En la parte de investigación aplicada ¿qué proyectos se están realizando y los más innovadores de cara a 2012?
R.- Seguimos trabajando en el programa europeo APTAR para la realización de biopesticidas y bioestimulantes a partir de residuos, hacemos algunos trabajos en biogás, tratamiento de aguas residuales industriales y compostaje, y poco más. Además, tenga en cuenta que las universidades y centros públicos de investigación españoles con los que colaboramos están en una situación igual o peor que nosotros. Por lo tanto, debo aprovechar para hacer un llamamiento público y que tomemos conciencia de lo importante que es hacer I+D+i y reindustrializar un país que está sufriendo la crisis tan peculiar que vive España, que ha basado -y seguramente basará- su desarrollo en el ladrillo y el turismo, que no suelen generar empleos estables y de calidad como es el caso de nuestras empresas.