La “marca” Victorino Martín lleva siendo noticia cincuenta años. Por unos motivos u otros, aunque generalmente en sentido positivo.
Una de sus últimas apariciones en los medios fue por la concesión de la Medalla de Oro a las Bellas Artes al patriarca, Victorino Martín Andrés, creador de la estirpe, el pasado 2 de febrero, recibida de manos del rey Felipe VI. Sin embargo la cabeza visible que desde hace algo más de una década lleva las riendas de la vacada extremeña es su hijo, Victorino Martín García, quien atendió con celeridad la llamada de Lanza para visitar su finca con el fin de fotografiar la camada que será lidiada en 2015.
Fomento de la Tauromaquia
Y es de justicia elogiar esta actitud, pues además del comportamiento en la plaza de sus toros, que en sí mismo supone un respaldo a la Tauromaquia, en esta casa nunca se cierran sus puertas para los aficionados. La práctica totalidad de los fines de semana del año distintas peñas o clubes taurinos visitan los distintos cerrados que componen Las Tiesas de Santa María, las cuales se desplazan con la ilusión desbordada por conocer en directo esta ganadería, con el consiguiente fomento de la Tauromaquia. Y eso no todo el mundo lo hace, a pesar de que de ese citado fomento depende su futuro a corto y medio plazo.
Fue Félix, mayoral de la vacada, quien nos enseñó de arriba abajo la camada y la finca, en la que conviven tanto los “albaserradas”, buque insignia de la casa, como los “patas blancas” y “encinas”, que pasan por ser dos apuestas de Victorino por la Tauromaquia, al tratarse de dos encastes en declive y que con su compra fueron salvados de su desaparición. Pero de estas dos procedencias daremos cuenta en próximos reportajes de nuestros miércoles taurinos. Hoy es el turno de repasar la camada de Victorino, los míticos albaserradas que el “paleto de Galapagar” lleva criando cincuenta años.
Temporada 2014
Después de vivir algunos años -hace tres o cuatro temporadas- cosechando resultados no tan brillantes como los acostumbrados, los cárdenos de Victorino han vuelto por sus fueros, lidiando corridas en las que se alternan ejemplares con el clásico hocico por el suelo y entrega encastada, con otros que exigían un mayor esfuerzo aún mayor por parte de sus matadores debido a sus comnplicaciones.
El 2014 fue un año con una destacada regularidad, con el indulto de uno de sus ejemplares en Cieza a principios de temporada, y con toros destacados en plazas como Sevilla, Ceret, Mont de Marsan, Santander, Málaga o Bilbao, entre otros.
Camada del 2015
En la ya presente temporada de 2015 se lidiarán entre diez y doce corridas de toros, casi todas en plazas de responsabilidad, entre las que se cuentan Sevilla, Madrid, Bilbao, Málaga y Zaragoza, si bien, en realidad, varios ejemplares ya han sido lidiados, como ocurrió con la corrida llevada a San Cristobal (Venezuela) en enero, o el toro que lidió el pasado domingo Salvador Cortés en Écija, que fue ovacionado en el arrastre.
Cabe señalar que los toros de saca -todos enfundados, por cierto- se encuentran en dos recintos separados. Los toros de Madrid, incluido el marcado con el número 63 que lidiará Iván Fandiño el próximo Domingo de Ramos en Las Ventas, se encuentran en un cerrado cerca de la placita de tientas, ultimando su remate, mientras que el resto de corridas, entre las que se cuentan las que se lidiarán en Bilbao o Mont de Marsan (esta última más abierta de cara) se concentran en un cercado de gran extensión, con la comida colocada en una punta y el agua en otra, con el fin de que los toros se ejerciten de forma natural.
Se trata de una camada con los clásicos pelajes cárdenos de la casa, aunque también abundan los negros mulatos; y los ojos vivos. Ojalá esa viveza se traslade, una vez en el ruedo, a sus embestidas, preñadas de casta brava y triunfos de mérito para los toreros que se enfrenten a ellas. Porque Victorino sigue siendo referente por criar el toro encastado y exigente. Que sea por muchos años más.