La comparecencia del expresidente, Donald Trump, ha sido confirmada por su abogada, Susan R. Necheles, en lo que se trata oficialmente de un proceso de «rendición voluntaria» dentro de una fase de procedimientos que el equipo legal del expresidente pretende atravesar como un trámite inicial con los menores sobresaltos posibles.
La tranquilidad con la que el equipo legal del presidente abordará la sesión del martes contrastará con el ambiente que el equipo de campaña del ex mandatario y, de nuevo, candidato a la Casa Blanca en 2024, anticipa fuera de la sala. «Va a ser como O.J. Simpson pero con esteroides», ha indicado un asesor del magnate al portal de noticias Politico en referencia al extraordinario circo mediático que rodeó a la antigua estrella del fútbol americano en su juicio durante la década de los 90 por el asesinato de su exmujer Nicole Brown.
El equipo legal de Trump ha asegurado que no tiene ni la más minima intención de «iniciar un duelo» con la Fiscalía, en palabras de uno de los abogados del magnate, Joe Tacopina, en declaraciones al ‘New York Daily News’, por mucho que el gobernador del estado, el ultraconservador Ron DeSantis, haya declarado que en modo alguno contribuirá a la «extradición» de Trump si éste se negara a abandonar su residencia.
Donald Trump tiene previsto presentarse ante el tribunal en torno a las 14.15 horas del martes (las 20.15 en la España peninsular) tras un viaje que le llevará desde su mansión de Mar-a-lago (Florida) hasta la corte del distrito del Bajo Manhattan (en el sur de la isla, cerca de Wall Street) después de un trayecto en su avión privado desde el Aeropuerto Internacional de Palm Beach al aeropuerto neoyorquino de LaGuardia.
Los pormenores de la llegada de Trump a la corte todavía están siendo negociados entre sus abogados y la Fiscalía del Distrito de Manhattan que dirige Alvin Bragg, por lo que ahora mismo se desconoce si el expresidente accederá al lugar por una entrada privada o, por el contrario, recorrerá Centre Street ante las cámaras y sus simpatizantes.
Sea como fuere, Trump deberá someterse en algún momento del día, bien en el mismo tribunal o bien en una dependencia policial cercana, al al procedimiento habitual que tienen que atravesar los imputados: toma de huellas dactilares, foto policial y lectura de sus derechos Miranda.
Una vez completado el procedimiento, Trump aguardará, quizás en una celda o, dada la relevancia de su figura, en la misma oficina del fiscal, el momento de su comparecencia ante la corte.
Desde ahí, el juez, probablemente el magistrado Juan Merchan, quien ya instruyera el caso por fraude fiscal contra dos empresas de Trump, determinará si es necesario imponer una fianza o restricción alguna al ex presidente norteamericano antes de declarar una fecha para los preliminares inmediatos al juicio.
El exmandatario estará acompañado en todo momento por su equipo de protección del Servicio Secreto de Estados Unidos, del que disfrutan todos los presidentes retirados, liderado por el agente especial Sean Curran.