La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, no se mudará aún a la residencia que se otorga a quien ocupa el cargo, una mansión ubicada en el Observatorio Naval de Washington y a solo cuatro kilómetros de la Casa Blanca.
Harris, quien acaba de jurar su cargo, y su marido, el abogado Douglas Emhoff, no se trasladarán aún ya que la vivienda necesita algunas reparaciones, según ha anunciado un ayudante de la vicepresidenta, informa CBS.
La residencia necesita de arreglos como la sustitución del revestimiento de la chimenea y otras cuestiones de mantenimiento, reparaciones que se pueden realizar “más fácilmente” si la casa no se encuentra ocupada, ahora que el exvicepresidente Mike Pence y su familia ya han abandonado el lugar y antes de que se instale la familia de Harris.
La mansión, que fue construida en 1893, se convirtió en 1974 en la residencia oficial del vicepresidente estadounidense tras haber sido con anterioridad la vivienda de quien fuese jefe de operaciones navales. Así, han vivido en ella George H.W. Bush, Dan Quayle, Al Gore, Dick Cheney o el mismo Joe Biden.
Harris, de 56 años, ha subido un nuevo escalón en su carrera política al llegar a la vicepresidencia después de ser senadora. En su trayectoria, también ha sido la primera mujer negra fiscal general de California y la segunda senadora negra de Estados Unidos.
Hija de migrantes, su figura se contrapone a la de Biden, más acorde con el ‘establishment’ tradicional de Washington, si bien este ha confiado en ella otorgándole un papel destacado en el que aspira a ser el Gobierno con más mujeres de la historia del país.
