La ansiedad es un mecanismo de defensa instintivo en cada ser humano que sirve como respuesta para mantener la alerta en situaciones desafiantes. En principio no es algo negativo, todos tenemos que poseer ese cierto grado de tensión porque nos ayuda a mantenernos seguros, y a superar dificultades que se presentan en la vida diaria, el problema surge cuando esa ansiedad deja de ser un aliado para convertirse en un problema que te anula como persona porque hay una desproporción entre lo que sucede en la realidad y la tensión que se experimenta, las amenazas no son reales, se sufre sin necesidad, crece el nerviosismo, aumentan los niveles de estrés, y por último se padecen de ataques de pánico.
Hay muchos métodos como controlar la ansiedad, algunos más efectivos que otros, aunque también tiene que ver con la forma en cómo los apliquen las personas y la cantidad de tiempo que se les dedique. Existen varios que se pueden practicar por sí solos y otros que requieren ayuda más especializada.
Con respecto a la ayuda personalizada, últimamente la luminoterapia se está volviendo muy utilizada para estos casos ya que los ataques de ansiedad desestabilizan el sistema nervioso, endocrino y el sistema inmunológico, porque aunque estemos en presencia de una emoción, siempre hay un reflejo en la parte física, involucrando el sistema nervioso, linfático y energético.
Hacer terapias de luz, mediante la observación fija de la lámpara Natural Light mitiga en treinta segundos los síntomas que afectan la psiquis y la fisiología, y si se hacen sesiones más largas de hasta 45 minutos en forma continua, hay un proceso de relajación que incluso puede aumentar con el acompañamiento de lectura o música, que ayuda a mitigar los efectos de la ansiedad.
Con respecto a los métodos para controlar la ansiedad que podemos hacer por nosotros mismos, encontramos:
1. Dedicarse un tiempo del día fuera del estrés de quehaceres diarios y disfrutando una actividad recreativa.
2. Aceptar los errores. Muchas veces la ansiedad surge por la necesidad de ser perfectos y de controlar todo, cuando eso es imposible.
3. Intenta controlar los pensamientos negativos. Es uno de los ejercicios más difíciles, pero si todos los días se propone un pensamiento positivo y se fuerza a evitar pensamientos generalizadores, la ansiedad disminuirá.