En septiembre se matricularon 81.801 turismos y todo caminos en España, con un crecimiento del 18,2% respecto al mismo mes del año pasado gracias a las compras por parte de alquiladoras, 5.635 turismos y un 121% más que hace doce meses, y del canal de empresas -incluido el renting- con unas matriculaciones de 34.533 coches que aumentan un 30,7%. No obstante, en los nueve primeros meses del año, el conjunto de matriculaciones baja un -7,4%, hasta 965.339 turismos.
Por el contrario, el canal de particulares, verdadero pulmón para los comerciantes de vehículos, sigue en una situación de atonía como pone de manifiesto que en el mes sube un 3,52%, muy por debajo de los otros dos canales, y en el año acumula un descenso del -12,7%, siete puntos más que el conjunto de las matriculaciones.
Un efecto estadístico
Ancove recuerda que la subida de las ventas en septiembre es un mero efecto estadístico derivado de la entrada del WLTP hace un año. En aquella ocasión, las matriculaciones se redujeron considerablemente, pues se adelantaron las compras por parte de los concesionarios en los meses de julio y agosto para evitar dejar fuera a determinados modelos que no cumplían con las normas WLTP.
Así, en septiembre de 2018 se matricularon tan solo 69.185 turismos, lo que explica el fuerte crecimiento de este año. Un dato que hay que poner en contexto con los meses de septiembre de años anteriores: en 2017 se matricularon en el noveno mes del año 83.291 turismos y un año antes 79.591. Para ver ventas similares a las de 2018 hay que remontarse a 2015, con 69.852 ventas.
Autocompras de los concesionarios
En cualquier caso, con los datos de septiembre de este año se constata un mes más el tirón de las autocompras de los concesionarios para cumplir los objetivos impuestos por las marcas. Así, el último día del mes se han matriculado 16.186 turismos, el 19,8% del total del mes.
Queda patente, un mes más, la paralización del mercado en el canal de particulares que se explica en dos razones. Por un lado, el cambio de ciclo económico que se viene produciendo durante 2019 con crecimientos menores. No obstante, el efecto económico afecta a otros países de la UE en mayor medida, aunque España es el país donde las ventas de turismos están cayendo con más fuerza.
Desfase
Este desfase entre ventas y debilidad económica se debe a la incertidumbre generada en los compradores españoles con mensajes políticos, muchas veces contradictorios, sobre el futuro de los vehículos de combustión. Existe una creencia muy extendida de que en cualquier momento se puede prohibir la circulación de las unidades diésel -viejas o recién compradas-, lo que ha hundido en el desconcierto al mercado. Los compradores están reteniendo su decisión de compra, pues no se atreven a adquirir coches de combustión, pero a su vez no pueden costear las motorizaciones híbridas ni mucho menos, eléctricas, de las que, por otro lado, no se fían por la autonomía que todavía ofrecen.
“Estamos ante la tormenta perfecta. A la prudencia lógica que están mostrando los compradores ante la debilidad económica que se avecina, se suma el tremendo desconcierto que tienen ante el futuro inmediato de los coches diésel. Los continuos mensajes procedentes de diversas administraciones públicas con la palabra “prohibir” son la principal causa del fuerte retraimiento de las ventas en el canal de particulares”, declara Elías Iglesias, presidente de la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove).
Plan 360 del Ayuntamiento de Madrid
En opinión de Ancove, el “Plan 360” anunciado por el Ayuntamiento de Madrid va en la buena dirección, pues incluye medidas realmente eficientes para la reducción de la contaminación en la ciudad. Pero sobre todo, porque no criminaliza al automóvil, como pone de manifiesto la inclusión de medidas que afectan a otros factores que inciden también en la calidad el aire como un plan de cambio de calderas. Además, lanza un claro mensaje en defensa del achatarramiento de los vehículos más antiguos.
La decisión de prohibir los coches sin etiqueta de la DGT (diésel anteriores a 2006 y gasolina de antes de 2000) a partir de 2025 supone una medida adecuada en términos medioambientales y Ancove aplaude que el Ayuntamiento apruebe ayudas para los particulares por valor de 200 millones de euros (25 millones por año) para sustituir los vehículos sin etiqueta por unidades con distintivos Cero, Eco y C.
Ayudas
Sin embargo, Ancove muestra sus dudas sobre si las ayudas se limitarán a la compra de vehículos nuevos o también incluirán unidades de segunda mano siempre con etiqueta Cero, Eco y C. Ancove recuerda que los coches más antiguos están en poder de conductores menos pudientes que, por lo general, no pueden acceder a la compra de un coche nuevo, ni siquiera estando subvencionados.