MADRID, 27 Oct. (OTR/PRESS)
Ante la situación de alarma social creada tras la infección de Teresa Romero por el virus del ébola mientras desempeñaba su trabajo como auxiliar de enfermería, la Organización Médica Colegial (OMC) propone, entre otras cuestiones, revisar las transferencias a las comunidades autónomas y «reprogramar» el papel de «la autoridad sanitaria central española».
Tras la Asamblea General celebrada este fin de semana, si bien reseña el «éxito» del proceso de transferencias de responsabilidades asistenciales y sanitarias a las CCAA, desde la OMC sin embargo han defendido la necesidad de «reprogramar» el papel de «la autoridad sanitaria central española y la de la Unión Europea», incluso «sacrificando algunas competencias que la experiencia ahora nos dice que no debieron ser transferidas», algo que no debe impedirlo «ni el interés político partidario o la arrogancia de un poder mal entendido».
En su opinión, ha sido una «epidemia de miedo», provocada por la «desinformación» y la «falta de comunicación» y defiende que ahora toca afrontar y resolver la situación y «revisar los errores para no volver a cometerlos».
Aunque cree que puede haber servido para entender mejor el problema y acometer una respuesta con «mucha mayor profesionalidad y criterio científico y técnico» y, aunque opina que «las cosas se pueden hacer mejor», considera que «ahora debemos explorar las mejores respuestas y prever escenarios inmediatos sin alarmas».
Por otra parte, sin entrar a cuestionar si fue buena la decisión de repatriar a los dos misioneros españoles contagiado, destaca que fue una decisión «compleja» y «política». «No nos consta que se preguntase a los profesionales», afirman, y, tras poner de manifiesto que tanto el transporte como la hospitalización se realizaron en las «mejores condiciones disponibles», recomienda a las autoridades preguntarse es «si hemos hecho desde esa decisión todo lo correcto y se había más cosas que hacer o hacerlas de diferente forma».
Por otro lado, sobre los errores y daños observados en este caso, afirma que «es un grave error subestimar los riesgos y sobrevalorar los protocolos formales de protección» mientras lo que ocurría era «falta de formación en el uso de quipos de protección personal» y, en consecuencia una «disminución del nivel de protección».
En este sentido, cuestiona la supresión de la Dirección General de Salud Pública en la Comunidad de Madrid, el cambio del Instituto Carlos III, la «lentitud» de la aplicación de la Ley General de Salud Pública y la reducción de presupuestos en este ámbito, así como la reducción de programas de cooperación internacional dirigidos a reforzar la salud pública.
Por ello, considera la necesidad de crear un plan para que España disponga a medio plazo, de manera constante, de hospitales específicos y personal sanitario preparado y con formación práctica para las enfermedades tropicales y altamente infecciosas.
Finalmente, la OMC expresa su apoyo a las autoridades sanitarias, respaldo a los profesionales e información a la sociedad, así como el apoyo a las medidas de la UE y a los países afectados con acciones directas y propuestas al Gobierno para luchar contra esta enfermedad.
Y manifiesta su disposición para generar «puntos de encuentro», consciente de que si la comunidad internacional no consigue el consenso para una acción coordinada de intervención en la región de África occidental, «pronto asistiremos a un goteo de nuevos casos en los países de fuera de la región, casos que, a su vez, podrán generar otros secundarios en el entorno familiar e, inevitablemente, en los profesionales sanitarios».
LA OMC RESPONDE A CUESTIONES DE INTERÉS
El documento publicado por la OMC pretende responder a cuestiones de interés sobre este problema para los profesionales y también para la opinión pública. Planteado como preguntas y respuestas, hace una serie de consideraciones sanitariamente relevantes en torno a la crisis del ébola.
Tras señalar que el virus del ébola es un agente «altamente infeccioso», que no dispone en la actualidad de tratamiento ni vacuna, aunque exista alguna prometedora alternativa como el plasma convaleciente, reitera un mensaje de tranquilidad y seguridad a la población, por el modo de transmisión -por contacto directo- y la baja tasa de contagio y desde la convicción de que el sistema sanitario español está preparado para este tipo de emergencias. Y, aunque recomienda no exagerar la alarma ni el riesgo para la población, asegura que no hay que bajar la guardia.
Todo ello, defiende la necesidad de revisar los protocolos, reforzar la seguridad a todos los niveles, ofrecer información y formación adecuada a los profesionales sanitarios y crear y/o adaptar las estructuras que sean necesarias.
En este sentido, aboga por una mayor formación profesional y, desde los colegios de médicos, se pedirá con urgencia a quien tiene la obligación de proporcionarla, aunque también se plantean iniciativas formativas llevadas a cabo desde las propias corporaciones.
Asimismo, el documento recuerda a los profesionales que su Código de Deontología Médica, en varios de sus artículos, establece que el médico no puede negar la asistencia por temor a que la enfermedad o las circunstancias del paciente supongan un riesgo personal, ni abandonar a ningún paciente que necesite sus cuidados; asimismo, que los médicos «están obligados a denunciar las deficiencias, en tanto puedan afectar a la correcta atención de los pacientes».
En este sentido destaca la profesionalidad del doctor Juan Parra, quien atendió sin temor al contagio a Teresa Romero cuando ingresó por Urgencias en el Hospital de Alcorcón (Madrid). La OMC califica de «ejemplar» e «intachable» su comportamiento porque, conociendo el riesgo de atender a la paciente, «asumió el compromiso profesional de prestarle asistencia durante varias horas; solicitó el ingreso por iniciativa propia para evitar riesgo a otras personas y, desde su deber ético, denunció públicamente que el material disponible no era suficiente, lo que quizá, a su juicio, puede haber servido para «corregir aspectos que no se estaban realizando de forma adecuada».
El documento también hace referencia a los casos de contagio de sanitarios en el mundo, a pesar de utilizar «equipos de protección individual costosos y muy seguros» y, en este punto, alude a que el momento crítico del uso de estos equipos es la retirada, durante el cual no es imposible contaminarse la piel y mucosas.
En cuanto los protocolos en general y, en particular, el del proceso de vestirse y desvestirse con el equipo protector, considera que deben revisarse y así se está haciendo, como también debe verse con atención todo lo referente a la información a los profesionales.
Los enfermeros denuncian que hay países de África actuando mejor que España frente al ébola
El presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, ha asegurado este lunes que hay países de África afectados por la crisis del ébola con menos recursos que España que, sin embargo, están aplicando mejores medidas de prevención, protocolos y formación de personal sanitario.
«Hay países del cuarto mundo que están realizando la prevención, sin medios, en unas condiciones y con unos protocolos y formación del personal mejores que nosotros», según ha reconocido durante la primera jornada de la Cumbre Mundial 'Enfermería ante el Ébola' que se celebra estos días en Madrid, para analizar las experiencias vividas por estos profesionales sanitarios en el manejo de pacientes afectados con el virus.
En este sentido, González Jurado ha apuntado que hay países como Senegal en los que ha habido una gran «transparencia informativa», de modo que cuando los profesionales han pedido ayuda, se le ha ofrecido «de forma inmediata» y «han mejorado su quehacer y su competencia».
Además, el máximo representante de la Enfermería en España ha admitido que en la primera jornada muchos profesionales de otros países han mostrado una «sorpresa negativa muy importante» sobre la gestión de la crisis del ébola en España.
Durante la jornada han constatado como el 95 por ciento de las intervenciones sanitarias que se realizan a personas infectadas con el virus del ébola a nivel mundial las realiza personal de Enfermería.
Además, han escuchado relatos «escalofriantes» como el del representante enfermero de la República Democrática del Congo, que ha superado la enfermedad y ha contado como fue apedreado, tanto él como su familia, al tratar de volver a casa. «Y, a pesar de todo, ha hecho cuatro donaciones sanguíneas para otros pacientes», ha relatado González Jurado.
«Los enfermeros no se sienten seguros y no saben porque deben seguir atendiendo esto si no se les están dando entrenamientos y medidas de seguridad, el valor de lo que están aportando e incluso se les está culpando o criminalizando. No entienden porque tienen que seguir haciéndolo en estas condiciones», ha denunciado el presidente del Consejo General de Enfermería.
Por su parte, el director general del Consejo Internacional de Enfermería, David Benton, que representa a los 14 millones de estos profesionales a nivel mundial, ha reconocido que están recibiendo peticiones de otros países para saber cómo se está abordando la situación en España.
LA EXPERIENCIA DE ESPAÑA SERÁ «ÚTIL» PARA FUTUROS CASOS
«En el futuro es posible que se produzcan más casos de este tipo, pero la experiencia realizada en España será útil para mejorar también en otros países del mundo», ha defendido este experto, que ha insistido en que «se trata de cambiar, no de culpar a los demás».
Por ello, ha defendido la necesidad de hablar con el personal que ha estado en contacto directo con los pacientes para mejorar los procedimientos, y considera clave «manejar las situaciones de miedo que se producen gracias a información eficaz y coherente».
«Hay que informar bien de la importancia de estos periodos de aislamiento, evitar el miedo y poder trabajar todos con seguridad», según Benton.
Del mismo modo, ha insistido en la necesidad de contar con protocolos adecuados para cada caso. «Es probable que necesitemos también protocolos para niños, ya que los protocolos deberían ser distintos. Cada caso necesita un protocolo adecuado y concreto», ha insistido.