Madrid, 29 jun (EFE).- El índice de precios de consumo (IPC) ha registrado en junio una caída del 0,8 % interanual, lo que supone una moderación de dos décimas respecto a mayo debido a la subida de los precios de los carburantes (gasóleo y gasolina) y de la electricidad, según ha avanzado hoy el INE.
Si el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma este dato el próximo 13 de julio, el indicador acumularía once meses consecutivos sin registrar tasas positivas, desde que en julio de 2015 se situara en el 0,1 % interanual, aunque los expertos consideran probable que a finales de 2016 abandone el terreno negativo para cerrar el año en tasas cercanas al 1 %.
El experto del área de macroeconomía de Analistas Financieros Internacionales (Afi) Daniel Fuentes cree que el mes de junio “ha marcado tendencia” para la segunda mitad del año, en la que estima que se producirá un retorno gradual a tasas “ligeramente” positivas, en vista de la evolución de los precios del crudo en el segundo semestre de 2015.
No obstante, apunta que no parece haber indicios de que la inflación subyacente -que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos- vaya a aumentar.
Fuentes recuerda que el dato de junio se explica “casi íntegramente” por el buen comportamiento de los precios del petróleo, por lo que prevé que el IPC recupere valores positivos en diciembre de este año, aunque se muestra convencido de que el promedio anual seguirá siendo negativo.
Además, insiste en que la mayor subida se empezará a notar “a la vuelta del verano”.
En la misma línea, el economista de IE Business School Rafael Pampillón espera que en los próximos meses la subida del petróleo y el impulso a la economía que se pueda producir por una mayor estabilidad política, contribuirán a incrementar los precios hasta situar el indicador por encima del 0 % al cierre de 2016.
Asimismo, afirma que la caída del IPC en junio es “una buena noticia”, en tanto que el diferencial con la zona euro sigue siendo favorable a España, lo que aumenta la competitividad de sus productos en el mercado europeo.
En este sentido, ha asegurado que las exportaciones han contribuido al crecimiento de la economía en el segundo trimestre, mientras que la demanda interna lo ha hecho en menor medida.
A juicio de Pampillón, la incertidumbre política puede estar frenando el consumo y paralizando muchas decisiones de inversión, si bien no cree en un riesgo de deflación, al considerar que no se trata de una caída intensa y generalizada de los precios.
En su opinión, en el próximo trimestre los precios seguirán subiendo al mismo tiempo que el precio del petróleo, que en los últimos meses ha pasado de los 28 a los casi 50 dólares el barril.
Por el contrario, el profesor de Economía del IESE Javier Díaz-Giménez cree que la menor caída del IPC en junio no cambia la tendencia, ya que se debe fundamentalmente al componente energético, y considera que la inflación subyacente va a continuar estable en torno al 0,7 %.
El profesor opina que la volatilidad de los precios del petróleo seguirá dominando el escenario de los precios y determinará la evolución de la inflación, dado que el resto de componentes apenas ha experimentado cambios.
Así, en vista del comportamiento del precio del crudo el pasado año, Díaz-Giménez ve probable que vuelva a caer en julio y agosto