Pocas veces se ha elegido, en las distintas ediciones de Pregón Taurino que se llevan celebradas, un pregonero de mayor acierto que el de este año, que responde al nombre de Manuel Hervás Casado, de quien podemos decir sin mucho riesgo a la equivocación –y quede al margen el aprecio personal que el arriba firmante siente por el susodicho- que pronunció un magnífico y entretenido pregón en el que mezcló datos históricos sobre la historia taurina de Ciudad Real capital que se remontaron al siglo XVI, y que terminaron en el época contemporánea.
Partiendo de ese punto temporal, un Manuel Hervás vestido de corto para la ocasión, citó efemérides, tanto por lo positivo como por lo no tanto, repasando todos los escalafones que conforman o han conformado, de una u otra manera, el mundo taurino ciudarrealeño. No faltaron, por supuesto, menciones a matadores de toros, novilleros, rejoneadores, banderilleros, picadores, ganaderos, críticos taurinos y aficionados teóricos y prácticos. Y todo ello con cambios de ritmo y estilo que en ningún momento hicieron su intervención tediosa, sino todo lo contrario.
En suma, un brillante, peculiar y ameno pregón prologado por Francisco Manuel Jaime Sevilla, que hizo salir con una sonrisa a todos los que en la tarde-noche de ayer nos dimos cita en el patio del Museo Municipal López Villaseñor de Ciudad Real, entre los que se encontraba un buen número de aficionados de la capital y provincia, además del Pandorgo y la Dulcinea 2013. Enhorabuena.