El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido este jueves a los partidos políticos contrarios a la reforma de las pensiones que revisen su posición y apoyen la convalidación del decreto ley la próxima semana en el Congreso.
En declaraciones a su llegada a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, el presidente ha indicado que la votación se producirá el próximo jueves y ha instado a todas las fuerzas políticas, «también al arco conservador», a apoyar el decreto de reformas, ya que está «trabajado de la mano de las instituciones comunitarias» y es «muy importante» para recibir fondos europeos.
«No solo es un deber, sino obligación de todos los partidos que se están posicionando en el no, revisar esa posiciona política y facilitar la convalidación de decreto ley», ha afirmado.
El líder del Ejecutivo ha insistido en que la medida es importante para las personas actualmente jubiladas, para garantizar las pensiones «dignas» de los jóvenes y porque demuestra que «hay otra forma de hacer reformas».
Por el momento, los socios de coalición han saludado la reforma de las pensiones acordada entre PSOE y Unidas Podemos, a expensas de conocer el texto en detalle y negociar algunos aspectos.
Desembolso
A su vez, Sánchez ha dicho que espera la semana que viene el desembolso del tercer tramo de 6.000 millones de euros del fondo anticrisis de la Unión Europea, tras cumplir los hitos y objetivos que llevaba aparejados, mientras el Gobierno prepara ya la petición del siguiente tramo, que está vinculado, entre otros hitos, a la reforma del sistema de pensiones.
«Es una muy buena noticia porque España vuelve a situarse a la vanguardia de la ejecución de los fondos europeos y por la confianza que la Comisión Europea está mostrando en las reformas que está implementando el Gobierno de España con apoyo mayoritario de las Cortes Generales», ha asegurado.
Asimismo, ha avanzado que su equipo trabaja también en la extensión de la solución ibérica hasta el próximo 31 de diciembre, que ha supuesto ya un ahorro de 5.000 millones de euros en la factura energética a los consumidores españoles.
