En su discurso inicial, el presidente del Gobierno ha pedido el respaldo parlamentario para las leyes que se llevarán al Congreso en las próximas semanas, entre las que ha citado la ley de vivienda y la reforma de la ley del aborto, pidiendo en particular el respaldo para la Ley de Memoria Democrática, cuya votación está prevista para este jueves.
La ley, que ha recibido fuertes críticas por parte de la oposición pero también de algunos líderes socialistas incluido el expresidente Felipe González, ha sido defendida por Sánchez. «Nos permite reconocer a todas las víctimas, condenar el golpe, la posterior dictadura y reivindicar nuestro mejor patrimonio: la Transición, la Ley de amnistía y la Constitución», ha argumentado.
CATALUÑA
Por otra parte, en vísperas de su encuentro con el presidente de Cataluña, Pere Aragonès, este viernes en Moncloa, Sánchez ha asegurado que el Gobierno seguirá trabajando «con tesón y diálogo por el reencuentro entre catalanes».
También trabajará, ha añadido, «por reducir la brecha emocional que separa a aquellos catalanes que se quieren separar de España del resto de sus hermanos españoles». «No hay tarea más noble en política que trabajar por la convivencia», ha esgrimido.
Por otra parte, ha asegurado que el Título VII de la Constitución relativo a la organización territorial «funciona y gracias a él vamos a poder trabajar de forma más eficaz y equitativa contra la despoblación de nuestro país, devolviendo servicios básicos al mundo rural y descentralizando algunos organismos de nueva creación», entre los que ha citado el Centro Nacional de Investigación y Almacenamiento de Energía en Cáceres o el Centro de Proceso de Datos de la Seguridad Social en Soria.
