Luz Pintado / Directora del Centro de YogaDipawaly, Ciudad Real
El término “mandala”significa círculo en Sánscrito. Los círculos son un poderoso símbolo que se repite a lo largo de la historia en culturas muy diversas: desde los indios navajos de EE. UU. hasta las culturas precolombinas, desde las representaciones budistas del Tibet, hasta la simbología cristiana…
Se trata de una estructura integrada que se organiza entorno a un centro conector, representando el todo y la relación del individuo con el cosmos, con el infinito.Gracias a su especial diseño,estas estructuras ayudan a la meditación a través de su contemplación.
Pero, ¿qué es y para qué sirve la meditación? Muy brevemente, se trata de una búsqueda activa y consciente de un estado de quietud natura que nos permite centrar cuerpo y mente… La medicina occidental está empezando a integrar los mandalas como herramienta terapéutica. Numerosos estudios y ensayos clínicos indican que la meditación refuerza el sistema inmune, reduce el estrés, combate la depresión, reduce el dolor, regula la tensión sanguínea y estimula la liberación de melatonina, una hormona que ralentiza el envejecimiento celular y mejora los procesos de sueño.
Actualmente, algunos psicólogos utilizanlos mandalas como terapia alternativa para niños con déficit de atención e hiperactividad y en aquellos casos donde hay que ayudarlos a expresar sus emociones. El Irvine Cancer Center de la Univ. de California es uno de los centros que viene utilizando la terapia con mandalas en pacientes con cáncer o con enfermedad terminal. También resultan muy útiles para ayudar a dejar de fumar, cambiando el impulso del cigarro por los lápices de colores.
Por otro lado, al colorear los mandalas se experimenta una profunda sensación de calma y bienestar. Es una herramienta sencilla que no exige ningún conocimiento previo. Los mandalas no solo nos hacen centrar la atención, sino que son una vía para expresar nuestro lado creativo, tan olvidado en el día a día.
MEDITACIÓN CON MANDALA EN 7 PASOS:
1. Elige un mandala que te resulte atractivo (puedes probar con el que presentamos).
2. Siéntate cómodo delante del mandala en una posición que puedas mantener fácilmente.
3. En silencio, observa tu respiración durante unos segundos y deja que se tranquilice.
4. Fija la mirada en el mandala, focalizando en el centro.
5. Deja que la mirada se desenfoque de forma pasiva y simplemente, observa, sin forzar; permite que vaya y venga desde el centro hacia el exterior, sin forzar.
6. Cierra los ojos una vez que te cueste o te moleste mantenerlos abiertos. Recrea el mandala en tu mente intentando recordar el máximo detalle.
7. Deja a un lado el recuerdo de la imagen y céntrate en la respiración, recuperando laconsciencia del momento presente.