Pleno enero, 4º centígrados al sol. Hoy no llegaremos a 8º en todo el día. Necesito salir y estirarme un poco, engrasar las articulaciones; pero con este frío… Me habían hablado de un lugar donde se hace yoga con calor.
Entro al local y un refrescante olor a eucalipto llega desde la sala de yoga. Solo me dejan pasar una botella de agua y una toalla. A los cinco minutos estoy sudando, centrado en unas secuencias de movimientos que fluyen una tras otra, con una relajante música de fondo.
Después de 14 años enseñando yoga en Ciudad Real, Luz Pintado, directora del Centro de Yoga Dipawaly, ha desarrollado un sistema con sello propio: Thermo Yoga: yoga dinámico + calor. Luz explica el fundamento del sistema: “En nuestra búsqueda de nuevas técnicas y métodos de bienestar integral hemos creado un modo de trabajo basado en un yoga activo y dinámico a 36º, una temperatura que facilita la tonificación de los grupos musculares y la sudoración, con todos los beneficios que esto conlleva.
¿En qué se diferencia de otros estilos de yoga?
A partir de nuestra experiencia y basándonos en nuevas tendencias (Bikram Yoga, Hot Yoga, etc.) que tienen gran éxito en las principales ciudades de EE. UU. y Europa, hemos afinado nuestro propio estilo.
En Thermo Yoga buscamos un equilibrio en la forma de ejercicio, ofreciendo clases “para todos los públicos”, sin necesidad de conocimiento o entrenamiento previo. Trabajamos con secuencias dinámicas, movimientos fluidos pero “potentes”. Las posturas o “asanas” se construyen a partir de estos movimientos previos, siempre acompasados con una respiración consciente.
El calor aumenta el ritmo cardiaco y prepara los músculos para un trabajo más profundo de forma segura y sin lesiones.
¿36º es mucho calor?
No. Los alumnos nuevos preguntan si el Thermo Yoga no será agobiante o sofocante. Pronto descubren por sí mismos que el rango de temperatura entre 34 y 36º tiene “el punto justo” para hacer que mantengamos la atención y el control de la respiración durante toda la clase, pero sin que resulte excesivo.Además, mantenemos una humedad adecuada para que no se resequen las vías respiratorias. Eso sí, “sudar se suda”.
¿Cómo se obtiene el calor en la sala?
En Centro de Yoga Dipawaly hemos optado por el infrarrojo para obtener la sensación de calor, una tecnología basada en un elemento natural como los rayos del sol, que aporta numerosos beneficios y resulta más agradable e higiénica.
Entre otros beneficios, la práctica del yoga bajo el calor infrarrojo ayuda a controlar el peso, mejora la piel al aumentar la producción de colágeno, alivia los procesos de dolor crónico, mejora el sueño y tonifica energéticamente el organismo… en fin, una actividad para cuidarnos en este 2015 de manera integral, por dentro y por fuera, en un entorno tranquilo y sin aglomeraciones en el centro de Ciudad Real.