Carrión de Calatrava volvió a cumplir en su cita anual con los toros; en esta ocasión con la celebración de un festival sin picadores en el que actuaron e rejoneador Ginés Cartagena (silencio y oreja), el matador de toros Víctor Janeiro (silencio y oreja) y el novillero Carlos Aranda (dos orejas y oreja).
Lo más destacado del festejo tuvo lugar en la lidia del magnífico novillo lidiado en quinto lugar, de la ganadería de Torrehandilla, al que se le concedió la vuelta al ruedo. Ante él pudimos ver a un Víctor Janeiro confiado y toreando con gusto, descolgado de hombros y disfrutando con la calidad encastada de su oponente. En su primero quedó inédito por las complicaciones que presentó el de Roque Jiménez.
También reseñables, por momentos, fueron las faenas de Carlos Aranda, sobre todo algunas fases de acople por el pitón derecho en el tercero de la tarde, al que condujo templado y por abajo. Se apreció una atención especial en la colocación y en el trazo del muletazo, ligeramente menos en línea tangente que en otras ocasiones. En su segundo también hubo una predisposición positiva, logrando los mejores pasajes cuando se tomó tiempo para plantearse mentalmente el hilo de cada tanda, aunque los numerosos enganchones deslucieron el conjunto.
Ginés Cartagena anduvo vistoso en sus dos novillos, aunque muy desafortunado con los rejones de muerte.
La plaza registró algo más de media entrada, y las rachas de viento molestaron de manera continuada el quehacer de los toreros.