Eva María Rodrigo Sánchez*
He tardado en escribirlo ya que el evento tuvo lugar en febrero. He tardado en hablar de lo acontecido porque nos faltaba uno de los tripulantes del barco “Cocinando entre Amigos”, uno de los chefs que llevaban el timón y al que se han dedicado estas jornadas gastronómicas: Alberto Moreno Vaquero que, el 23 de marzo, hizo un año que nos dejó. Él ha estado muy presente en las que han sido las jornadas gastronómicas más emotivas que Sánchez Camacho ha liderado.
Este año la particular visión del chef ha derivado en la confección de un menú de 14 platos, donde cada cocinero ha tenido la responsabilidad de emocionar al comensal, de transportarlo a través del producto, y de recordar los ingredientes con los que a nuestro timonel, Alberto Moreno, le gustaba cocinar. El producto, siempre muy importante, la elaboración y la técnica, y el recuerdo en el aire.
El primer bloque de aperitivos daba comienzo con jamón y queso, lo mejor de La Mancha hermanado con lo mejor de Extremadura y denominado, en la minuta, como “Casamiento de Torta del Casar seguido de un Bombón de Foie” donde los sabores fuertes de estos productos maridarían, de una manera brutal, con Estrella Galicia 1906, que nos sirven y nos presentan los sumilleres allí presentes. Algunos de ellos forman parte de la Asociación de Castilla La Mancha y otros han venido desde diferentes puntos de la geografía nacional para hacer lo que más les gusta, transmitir esa pasión por el vino, por las cervezas, por el líquido alimento.
Rafael Bellido, Beatriz Sevilla, Rosalía Pérez, Margarita Lozano, José Carlos García Maroto, Tino Sevilla, Ramón Sánchez Camacho, Alvaro Catacaldos, Paco Plaza, David Ghos…, maridajes perfectos que siguieron de la mano de los vinos de Bodegas Castilblanque, una empresa familiar en la zona de Castilla-La Mancha, una bodega del siglo XIX recientemente renovada y 120 hectáreas de viñedos plantadas con Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Syrah, Garnacha, Chardonnay, Macabeo, Airén y otras variedades, que dieron el “Do” de pecho con uno de los vinos elegidos para tal evento “Baldor”, blanco, 100 % Chardonnay, un vino de la Tierra de Castilla, fermentado en barrica de roble francés.
Más tarde, y para ir cerrando el círculo, la protagonista fue la cerveza artesana Salvaje que acompaña la cocina de El Bodegón desde hace años, una de las cervezas artesanas manchegas con mayor proyección. Para maridar se eligió la variedad de doble fermentación “Le FouRose”. He de decir que la presentación y descorche en mesa de estos vinos y cervezas por tan grandes sumilleres elevaron el nivel de la cena.
El menú seguía su curso y los maridajes iban desfilando por las copas a modo de sinfonía líquida, el aceite “omnipresente” en cada mesa de la mano de “Montes Norte”, aliado perfecto para con el pan recién, hecho por la señora María, se fusionaba en la boca dejando salir esos recuerdos a tomates, a pimienta, a nuestra tierra, guiando de esa manera todos los platos del menú.
Un menú excelente en contrastes elaborado por 20 chefs
La galería de sensaciones gustativas que nos propusieron estos más de 20 chefs, de cuyos nombres sí quiero acordarme, como en El Quijote, y que paso a enumerar así, a modo de lista de colegio, Kisco García, Toni Canales, Unai Camba, Rebeca Hernández, Miguel A. Castilla, Rafael Arroyo, Rubén Sánchez Camacho, Nicolás Sánchez Chica, Delfín Cabrera, Domingo Jesús Alvarez, Raúl Olmedo, Quique Cerro, Félix Manso, Roberto Capone, Jesús Marquina, Ad Bueno,
Fran Segura, Valentín Ruíz, Mari Pili Fama, César López, Igor Rodríguez y Manuel Foronda fue excelente en contrastes, en sabor y en presentación .
Sabores a mar, sabores a tierra, recuerdos de chocolate y de buen hacer, sabores a vino, a cordero, a campo… Con todo ello íbamos disfrutando de cada plato como si de ”tentaciones mínimas” se trataran.
Un menú perfecto en cantidad y tiempos, que todos los comensales disfrutaron hasta el último plato y la última copa, porque después de todo también hubo tiempo para disfrutar de manera más distendida de la fiesta de después.
Al inicio, todos los cocineros salieron en “banda” a explicar el menú y a dar a todos los comensales las gracias por haber confiado, un año más, en “Cocinando entre Amigos”, explicaciones en las que Alberto Moreno Vaquero estuvo más que presente a través de su familia, su madre, su padre, su mujer, su hermano Antonio… Un momento emotivo y feliz donde se recordó el trabajo de Alberto Vaquero Moreno, su profesionalidad, su personalidad en la cocina y, sobre todo, esa sonrisa y felicidad que nos transmitía y contagiaba y que debe ser la que nos recuerde la pasión por su trabajo.
Y con esta historia gastronómica, que como las mejores se celebra alrededor de una mesa, así Rubén Sánchez Camacho, y su equipo de 20 chefs, pusieron fin a las VII Jornadas Gastronómicas y, también, al principio de las VIII que cualquier buen aficionado a la gastronomía no debería perderse, y donde una estrella en el cielo seguirá siendo la primera en apuntarse.
Catorce platos para deleite de los sentidos
Primer aperitivo. – Jamón y queso, denominado como “Casamiento de Torta del Casar seguido de un Bombón de Foie”.
Segundo aperitivo. – Falso Tomate de Aguacate. Arenque con crema de Yuzu y espinacas.
Tercer aperitivo. – Dry quisquilla. Ostra Nam Yim.
Primer entrante. – Muhammara de presa ibérica.
Segundo entrante. – Callos de Bacalao, patatas, apio, nabo, coliflor y chalotiñas.
Pescado. – Trucha, calabaza y yoghurt.
Carne. – Solomillo de cordero, cebollas rojas, leche de cabra e infusión de cominos.
Pre postre. – Yodado marino con cítricos.
Postre. – Una nube, el tronco y su tierra.
Postre. – Petit Peche d´amour.
*Asesora Gastronómica