El PSOE y Unidas Podemos han dado ya por zanjada la polémica sobre los cambios que va haber en el Gobierno por la futura marcha a Madrid del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Eso sí, Unidas Podemos avisa de que independientemente de que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ocupe la vicepresidencia tercera y no la segunda, será ella la nueva interlocutora de los morados con el presidente Pedro Sánchez, y eso la situará por delante de las otras dos vicepresidentas cuando se trate de abordar negociaciones entre las dos formaciones.
En todo caso, fuentes del partido morado admiten que no merecía la pena hacer una batalla por el rango que debía ostentar la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como nueva líder de Unidas Podemos dentro del Ejecutivo, en aras de inaugurar con buen pie la nueva etapa que se abre en la coalición.
A este respecto, fuentes de Moncloa afirman que los ‘morados’ aceptaron «sin resistencia» la decisión «coherente» de Sánchez de que la ministra de Trabajo ocupara la Vicepresidencia tercera en lugar de la segunda –para que no quedara por encima de Nadia Calviño–.
Es más, Moncloa espera que la actitud que ha tenido Unidas Podemos en esta negociación sea la tónica general en esta nueva etapa, y haya más tranquilidad en la relación con sus socios, sobre todo teniendo en cuenta que el de Díaz es un perfil diferente al de Iglesias, más dialogante, como ha demostrado en su labor como ministras de Trabajo, con sus numerosos pactos con los agentes sociales.
De este modo, ambas partes restan importancia a la polémica de la reestructuración. En Moncloa argumentan que Díaz podrá conservar el ministerio de Trabajo, como quería, mientras ocupa una vicepresidencia –aunque sea la tercera–, y que Calviño, como ministra de Asuntos Económicos, se situará por delante en el escalafón, como vicepresidenta segunda.
Las fuentes consultadas insisten en que la opción que ha elegido Sánchez es la más coherente para garantizar el buen funcionamiento del Gobierno y su operatividad, ya que no tenía sentido que la responsable económica quedara en el organigrama por debajo de la ministra de Trabajo.
Por el contrario, Unidas Podemos reivindicaba que la vicepresidencia segunda sí era compatible como el ministerio de Trabajo, y aludían a que el propio Sánchez habló de que no habría ningún problema para obtener ese nivel dentro de la jerarquía de las cuatro Vicepresidencias. Por ello, los morados han señalado a Calviño y sus presiones como la causa del cambio de opinión.
Aún así, fuentes conocedoras de la negociación ya deslizaban que la cuestión del rango no era un problema insalvable y no supondría una pugna entre las dos partes.
Sí estaba garantizado en esos contactos dentro de la coalición que Díaz iba a mantenerse como ministra de Trabajo, a falta de concretar el nivel de su Vicepresidencia, que también estaba asegurada.
BELARRA, MINISTRA DE DERECHOS SOCIALES
También se da por hecho, y así lo reconocen fuentes gubernamentales, que la secretaria de Estado de Agenda 2030, Ione Belarra, asuma el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que Iglesias deja vacante, ya que le corresponde a Unidas Podemos decidir quiénes son las personas que ocupan las carteras que tienen dentro del Gobierno.
Zanjado ya el debate sobre la nueva remodelación del Gobierno, el sector socialista quiere dejar claro, no obstante, que es el presidente del Gobierno el que tiene la potestad de diseñar su gabinete y, por lo tanto, que era suya la decisión de cómo reestructurar el Consejo de Ministros tras la marcha de Iglesias.
Asimismo, en el PSOE defienden que Sánchez está cumpliendo con los compromisos que firmó cuando pactó con Iglesias el Gobierno de coalición, y que el propio líder de Unidas Podemos sabe que él es un hombre de palabra.
Y a partir de ahora, en esta nueva etapa que se abre tras la salida de Iglesias, el sector socialista afirma que seguirá trabajando con Unidas Podemos como hasta ahora, aunque con la esperanza de que haya menos tensiones, por lo menos de cara al público, como ha pedido ya en varias ocasiones el presidente.
Desde Unidas Podemos tienen claro que van a seguir peleando por que se cumpla el programa de la coalición, empezando por la regulación de los alquileres o la ley Trans, que Iglesias espera dejar encarrillado antes de abandonar el Gobierno dentro de un mes.
Cuando deje el Ejecutivo, será Díaz quien le sustituya en esta tarea de hacer valer los acuerdos de la coalición ante el presidente del Gobierno y tratar de desbloquear los debates que se enquisten.
No obstante, se prevé que, como hasta ahora, los contactos más diarios con el PSOE sigan recayendo en la secretaria de Estado para la Agenda 2030 y futura ministra, Ione Belarra, y en la ministra de Igualdad, Irene Montero.
