La “marca” Victorino Martín es de todos conocida. Ya el pasado mes de marzo la ganadería del mismo nombre fue la protagonista del espacio taurino de los miércoles en Lanza. Sin embargo hoy el mismo estará ocupado por otras dos apuestas personales de la familia Martín, en una nueva muestra de responsabilidad con la Fiesta al intentar salvar del matadero dos emblemáticas vacadas como son la de Monteviejo y Urcola. Y aunque son conscientes de que el camino será duro, y no corto, no cejan en su empeño, y un año más, tienen grandes esperanzas puestas en los ejemplares que se lidien de estas dos procedencias, que estaban abocadas a su práctica desaparición poco antes de que Victorino Martín decidiera adquirirlas, e intentar recuperar su antigua fama.
Monteviejo
Esta ganadería se comienza en julio de 1995 por la compra a Arturo Cobaleda de la mitad de las 167 vacas mayores de 3 años de la ganadería, todas ellos de origen Barcial, encaste Vega-Villar.
Los ejemplares de la vacada se dividieron en dos lotes, lo más igualados posible. Se sortearon en presencia de Simón Carreño (afamado profesional del mundo de los toros y fiel colaborador de la casa Chopera).
Como es una ganadería en formación, sus números son muy variables.
La intención es estabilizar las cifras con alrededor de 100-120 vacas de vientre, lo que supondrá alrededor de 80-100 crías por camada y alrededor de cinco o seis corridas anuales de este encaste.
Todas las reses de esta ganadería de toros bravos tienen su hábitat en la explotación ganadera de Las Tiesas.
Urcola
La familia Martín formalizó en 2002 la compra de una cuarta parte de la ganadería de Francisco Galache de Hernandinos. El lote, adquirido de la partición que se hizo por sorteo entre los herederos de Francisco Galache Cobaleda, estaba compuesto por 246 reses en las que se incluían 56 vacas de procedencia Vega-Villar (idéntica a la de las reses que componen la ganadería de Monteviejo) y 69 de procedencia Urcola, la otra rama de la ganadería de Hernandinos.
La ganadería de Galache, en su rama Vega Villar, se formó en 1939 cuando la familia adquirió a los herederos de José Encinas el hierro y la ganadería que éste había comprado en 1923 a Vitorio Villar. Los vega-villar de Galache se anunciaron a nombre de Caridad Cobaleda, viuda de José María Galache, fallecido en 1938, aunque la ganadería fue compartida por sus hijos Francisco, Eusebia y Salustiano, quienes decidieron en 1953 formar cada uno la suya, al tiempo que mantenían la de su madre.
Francisco Galache estuvo al frente de su ganadería durante 47 años, convirtiéndola en una de las de mayor éxito entre las figuras del torero en los años 40, 50 y 60. Desde su fallecimiento, ocurrido en 2000, la gestión de la ganadería corre a cargo de sus sobrinos.
La rama vega-villar de Galache, al igual que los de Monteviejo, proceden del cruce realizado por José Vega en 1910 de un semental de Santa Coloma (origen Vistahermosa) y vacas de Veragua (origen Vázquez), encaste seleccionado y afianzado por los hermanos Francisco y Vitorio Villar entre 1914 y 1922. Las reses que formaron la ganadería Monteviejo procedían de la otra rama en la que se dividió la ganadería Vega-Villar, en manos de la familia Cobaleda desde que compraron la de Francisco Villar en 1928.
La rama Urcola de Galache, de la que también hay reses en lo adquirido ahora por Victorino Martín, procede de la compra realizada en 1930 por José María Galache a Francisco Molina, quien había adquirido en 1918 el hierro y la ganadería de Félix Urcola, formada en 1902 con reses de origen Vistahermosa.