El Grupo de Puebla, que aglutina a dirigentes de izquierda de América Latina, ha alentado este miércoles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a «mantenerse firme» ante «la campaña de acoso y desprestigio de la ultraderecha española», después de que haya anunciado que despeja su agenda pública para reflexionar sobre su continuidad al frente del Gobierno tras las investigaciones a su esposa, Begoña Gómez.
«No es su figura la que quieren manchar, sino las ideas progresistas que representa y respaldan millones de españoles», ha aseverado el foro político y académico, que también incluye a participantes españoles y portugueses, a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
En este contexto, ha señalado que respetan la decisión de Sánchez de reflexionar sobre su continuidad al frente del Ejecutivo español, pero han aseverado que, en su opinión, «su renuncia no es la salida a la grave crisis institucional que pretenden crear sus enemigos». «Al contrario, su retiro del Gobierno la profundizaría»,
En este sentido, ha expresado su solidaridad con Sánchez y ha exigido que se respeten los principios democráticos que incluyen el debido proceso en cualquier investigación o procedimiento legal. «La instrumentalización de la justicia con fines políticos representa una amenaza para la estabilidad institucional y el funcionamiento adecuado de la democracia», ha agregado.
«Ante la gravedad de las falsas acusaciones y la presión política a la que se ha visto sometido, condenamos enérgicamente esta práctica que socavan la democracia y el Estado de derecho. Esto, en un contexto donde el acoso mediático y judicial se presenta como una herramienta de la derecha para atacar, a través de la judicialización de la política, a sus adversarios y desestabilizar gobiernos progresistas legítimamente electos como el de Sánchez», ha indicado.
El Grupo de Puebla, que «permanecerá atento ante cualquier intento de vulnerar la democracia y el Estado de derecho en España y en la región en su conjunto», ha instado a que se respeten los derechos fundamentales porque «la democracia española se lo merece».
