El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado este miércoles que Israel ha «demostrado» con la reanudación de los ataques en la Franja de Gaza que es un «Estado terrorista que se alimenta de sangre de inocentes», después de que las autoridades del enclave hayan cifrado en 404 los muertos y 562 los heridos tras la oleada de bombardeos desatada durante la madrugada.
«El régimen sionista demostró una vez más anoche, con sus brutales ataques contra Gaza, que es un Estado terrorista que se alimenta de la sangre, las vidas y las lágrimas de inocentes», ha declarado durante un discurso en la Academia Militar de la Universidad de Defensa Nacional.
Erdogan ha asegurado que, tras la muerte de más de 400 palestinos, «los responsables de la barbarie» rendirán cuentas «por cada gota de sangre derramada». «¿Se imaginan a 330 personas inocentes? Este régimen sionista, lamentablemente, cometió un genocidio y los masacró durante la zahora. La mayoría eran niños y mujeres», ha declarado, en referencia a la comida consumida por los musulmanes antes del amanecer durante el mes sagrado de Ramadán.
«Si el fuego que quema a niños, bebés y mujeres inocentes continúa con esta arrogancia, este estado de locura, esta imprudencia e insolencia, un día también engullirá a quienes sostienen la antorcha y echan leña al fuego», ha manifestado el jefe de Estado turco.
Asimismo, ha reiterado que Ankara apoya «al pueblo oprimido de Gaza» y que seguirá «intensificando» sus «esfuerzos diplomáticos para detener las masacres, establecer la paz y restablecer el alto el fuego» entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El Gobierno israelí dio orden al Ejército de que tomara «medidas enérgicas» contra Hamás después de que el grupo palestino haya «rechazado todas las ofertas» de los mediadores en el marco del acuerdo de alto el fuego y ante sus supuestos preparativos para lanzar ataques, ante las exigencias de Israel de extender la primera fase del pacto.
Hamás ha insistido en ceñirse a los términos originales del acuerdo, que debió entrar hace semanas en su segunda fase, incluida la retirada de militares israelíes de Gaza y un alto el fuego definitivo a cambio de la liberación del resto de rehenes que siguen con vida, si bien Israel ha dado marcha atrás y ha insistido en la necesidad de acabar con el grupo, negándose a iniciar los contactos para esta segunda etapa.