El líder de Vox, Santiago Abascal, ha criticado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se «victimiza» tras cancelar su agenda pública para reflexionar sobre su continuidad en el cargo y ha pedido que convoque elecciones tras su posible renuncia.
Lo ha declarado a los medios este domingo antes de empezar un acto en el barrio obrero de Bonavista en Tarragona junto al candidato a las elecciones catalanas del 12 de mayo, Ignacio Garriga, y el candidato por Tarragona, Sergio Macián.
«Nada de lo que él vaya a hacer va a responder al interés general de los españoles y a los problemas de los ciudadanos, sino exclusivamente a su interés personal, a sus ganas y a su falta de escrúpulos», ha añadido.
Ha dicho que desde Vox no están «dispuestos a pasarle sus corrupciones, sus traiciones», y ha tildado de indignante que esté afectando a la campaña electoral catalana.
Preguntado por si cree que la dimisión de Sánchez afectaría a la ley de amnistía, ha respondido que él es «la gran baza de los separatistas, y los separatistas quieren una España débil con un gobierno que pueda ser chantajeado».
ELUDIR RESPONSABILIDADES
Según Abascal, estos días se observa una «operación de victimización con una llamada a filas a los militantes socialistas para ir a Ferraz y pedir impunidad para su caudillo».
Durante el acto, lo ha descrito como «un espectáculo bochornoso y un pinchazo clamoroso», que muestra –textualmente– el extremismo de la diligencia socialista.
Para él, Sánchez busca eludir sus responsabilidades: «Cuando uno es presidente del Gobierno, la gente de nuestro entorno no puede hacer según qué cosas. Y, por lo tanto, si un juez investiga, nos tendremos que fastidiar, no empezar a lloriquear».
«QUE SE SIENTE EN UN BANQUILLO»
Abascal quieren que el presidente «se siente en un banquillo por el gravísimo daño que ha hecho a los españoles» con la amnistía, y además ha afirmado que no se trabaja por mejorar los salarios y el acceso a la vivienda.
Además, ha prometido defender la libertad y la unidad de España y ha asegurado que el separatismo en Cataluña no defiende a los catalanes, sino «a sus propios intereses».
«No se habla de lo que hay que hablar: de cuál es la libertad de los padres para escolarizar a sus hijos en español», ha defendido.
Según él, las políticas actuales han impuesto una multiculturalidad que no beneficia a la sociedad española: «Damos la bienvenida a todo el que quiera venir a trabajar con nosotros, respetando nuestras leyes, nuestra cultura, nuestra manera de vivir y renunciando a imponer la suya».
