El dirigente socialista Francisco Salazar, que iba a ser nombrado por el Comité Federal de este sábado como adjunto a la Secretaría de Organización, ha pedido ser apartado de sus funciones tras las informaciones que le acusan de tener comportamientos inadecuados con mujeres que trabajaban en su equipo.
Salazar no formará parte de la nueva Ejecutiva Federal del PSOE y también se ha apartado del cargo que ejercía en La Moncloa como asesor del presidente Pedro Sánchez. En concreto, era coordinador Institucional de la Presidencia del Gobierno.
El PSOE ha informado de que el propio Salazar ha solicitado la apertura de unas diligencias previas «sobre las noticias conocidas esta mañana» adelantadas por ‘eldiario.es’ y ha pedido «ser apartado de sus funciones actuales en la Comisión Ejecutiva Federal».
Asimismo señalan que la Ejecutiva iniciará estas diligencias, de inmediato, aunque subrayan que en el PSOE «no constan denuncias al respecto en ninguno de los canales habilitados».
MONCLOA ASEGURA QUE NO VA A VOLVER
En la misma línea, fuentes de Moncloa señalan que el dirigente sevillano ha pedido ser apartado de forma «provisional» de sus responsabilidades de Coordinación Institucional de la Presidencia del Gobierno, tras las informaciones conocidas esta mañana.
Indican además que la Secretaria General de Presidencia ha puesto en marcha los mecanismos establecidos para esclarecer los hechos conocidos este mismo sábado, que apuntan a comportamientos de acoso hacia subordinadas en su puesto de trabajo.
De este modo, desde Moncloa se pretende determinar si procede la activación del protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo, tal y como establece la Administración General del Estado, indican.
En todo caso, dejan claro que hasta la fecha «ningún empleado o empleada ha solicitado la activación de dicho protocolo ni se ha tenido conocimiento de ningún hecho o comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual que pudiera ser constitutivo de una actuación degradante, ofensiva o intimidatoria en la Presidencia del Gobierno que pudieran afectar a Francisco Salazar».
Aunque en Moncloa dejan claro que no hay ninguna denuncia contra él a pesar de que existen canales seguros para hacerlo en Moncloa y también en Ferraz, apuntan que el propio Salazar ha pedido dejar sus cargos y «no va a volver», aunque niega las acusaciones.
Salazar era hasta este sábado uno de los principales colaboradores de Sánchez y una figura de su máxima confianza, según admiten en el Gobierno y había decidido incorporarle al área de Organización al ser una de las personas que más le ha asesorado durante los últimos años.
Las mismas fuentes señalan que Sánchez está afectado, al tener que renunciar a otro asesor de su núcleo duro, teniendo en cuenta además que le había elegido para el equipo que sustituye a Cerdán, otro de sus colaboradores más cercanos que ha «traicionado» su confianza y ahora se encuentra en prisión provisional.
ALEGRÍA LE DEFENDIÓ
El PSOE ha comunicado la salida de Salazar este mismo sábado mientras estaba reunida en la sede de Ferraz la Ejecutiva Federal presida por Pedro Sánchez, un encuentro previo al inicio del Comité Federal de este sábado.
Minutos antes, en declaraciones a los medios a la entrada, la exvicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, actual delegada del Gobierno en Asturias, se ha mostrado en contra de que se consumase el nombramiento de Salazar, tras las informaciones publicadas.
Así, ha indicado que tanto ella como el resto de integrantes de la federación socialista asturiana que participan en el Comité, consideran que esa designación no se debería llevar a cabo.
Otros dirigentes, como la ministra de Ciencia Innovación y Universidades y líder del PSOE en la Comunidad Valenciana, Diana Morant o el secretario general del PSOE de Cantabria, Pedro Casares, también han deslizado que el partido tendría que tener en cuenta estas acusaciones, que hablan de comportamientos de acoso contra mujeres en el entorno laboral.
Por el contrario, la portavoz del Gobierno y secretaria general del PSOE de Aragón, Pilar Alegría, defendió a Salazar al señalar que es una persona «íntegra» a la que conoce desde hace mucho tiempo y añadiendo además que varios colaboradores del dirigente andaluz en Moncloa posteriormente han trabajado con ella en el Ministerio.
«Hablo de mi propia experiencia, me ha parecido siempre un compañero absolutamente íntegro», ha manifestado. Posteriormente rectificó sus palabras y dijo que era necesario el paso al lado dado por el dirigente socialista.
