Que el gobierno de Sánchez está compuesto por ministros, salvo tres o cuatro, de bajísimo perfil atendiendo a los necesarios pactos y cuotas…de las que el ministro de Sanidad y la de Trabajo son un claro exponente, también resulta algo evidente. Que el ejecutivo ha sido no lento, sino parsimonioso en la gestión de la crisis del corona virus, pocos lo negarán so pena de estar cebados con algún pesebre socialista para ganarse la vida. Que esa dejadez fue interesada para salvar al 8 M, es cuestión que resulta irrefutable. Todo esto, que no es poco sino mucho tendrá que verse contestado en su momento en la calle y quizá en los tribunales de justicia. En todo caso ni la ciudadanía, ni llegado el momento la justicia, juzgará a una ideología política, sino a una gestión, desoladora gestión y ahí residirá la responsabilidad que eso conlleve.
Dicho esto, y apelando a lo político, la actitud de Abascal negándose a coger el teléfono al Presidente del Gobierno, pero sobre todo culparle de las once mil muertes acaecidas en España por el corona virus es sencillamente una infamia, que va buscando creo que de manera equivocada un rédito político.
Que la gestión de este gobierno está siendo pésima no puede traducirse en una culpabilidad absoluta y total en las muertes que se han producido y aquellas que desgraciadamente aún quedan…Es verdad que estaban avisados, que hicieron oídos sordos…que ahora se empeñan en culpar al Cid Campeador de los recortes, que Sánchez muy suyo, no ha pedido perdón siquiera por algún extremo de la gestión de su gobierno…todo eso hace que la indignación popular, supongo que él lo sabe, crezca por días, pues las muertes no están respetando ninguna ideología…esa es la realidad.
Abascal se ha pasado varios pueblos culpando a Sánchez de todas las muertes que pueda haber, él sabe que no es verdad y en política tampoco cabe este tipo de mentiras. ¿Acaso con él de presidente no se hubiera dado ninguna? ¿Acaso los presidentes de los demás países también lo son? No señor Abascal, no atice las vísceras que ya se encuentran bastante caldeadas. Cuando esto acabe, persónese en un juzgado, como supongo que harán miles de afectados y denuncie, pero ahora en pleno vuelo, no podemos cargarnos al piloto.
¿Cuántas muertes son imputables a la gestión del gobierno? La respuesta, si acaso, solamente la tendrá un juez. Es más, puestos a decir un número siquiera aproximado nadie puede averiguarlo por su cuenta pues tendrán que ser los peritos, las fechas, las edades y otros condicionantes previos los que repartan, eso sí de manera aproximada, la responsabilidad de Sánchez y su gobierno.