La moción de censura que se debatirá este lunes, 21 de mayo, en el Ayuntamiento de Almagro es fruto del fracaso colectivo de la clase política local. Todo comenzó con la preparación de las listas de las elecciones municipales de mayo de 2023. Desde su posición gobernante, el PSOE presentó una lista que provocó el rechazo de parte del partido. La lista iba encabezada por el veterano Ureña e integrada por el ex alcalde Reina, quien debería haberse marchado tras una gestión de ocho años. Una lista de veteranos amortizados, con nula renovación interna.
En el PP sucedió al revés. Los jóvenes cubrieron el vacío dejado por los veteranos del partido, derrotados electoralmente dos veces consecutivas, encabezados por Núñez. La candidatura aprovechó el viento de cola del ascenso del PP a nivel nacional y el desgaste del socialismo gobernante. La lista quedó descompensada ante la ausencia de algún veterano con experiencia. No todo en política debe ser voluntarismo.
A los independientes de Por Almagro de Galán les faltó renovación en su lista, ante la negativa de un joven empresario del mundo de la hostelería a sumarse al proyecto. La alternativa fue más de lo mismo junto con una mujer directiva del mundo del deporte que no estaba integrada en el equipo. A falta de sólidos principios, Galán jugó de nuevo a hacer equilibrismos sobre el alambre.
El resultado fue ajustado: PSOE, 6 concejales; PP, 5 concejales; y Por Almagro, 2 concejales. No hubo mayoría absoluta, por lo que solo cabían dos opciones: o gobernar la lista más votada (PSOE) o negociar una coalición de gobierno. La propuesta socialista de repartirse con los populares el gobierno municipal durante dos años fue desestimada por Núñez. Al final se impuso la coalición de gobierno entre PP y Por Almagro.
Una coalición que nació viciada de origen. Primero por la desconfianza mutua. Galán tiene un largo historial de desencuentros con el PP municipal, tal y como lo puede certificar el ex alcalde popular Luis Maldonado. Segundo, porque el PP no quiso hacer público el acuerdo de gobierno firmado con Por Almagro. Falta de transparencia y absoluta opacidad que provocaron una continua tensión desde el inicio entre Núñez y Galán, lo que anunciaba el fracaso que se venía encima. Los dos ejecutaban decisiones de espaldas uno del otro. Nunca hubo diálogo ni capacidad de entendimiento. Y la falta de transparencia ha sido total.
Fruto del fracaso de la coalición PP y Por Almagro, dos íntimos enemigos como Ureña (PSOE) y Galán (Por Almagro) deciden presentar una moción de censura al gobierno de Núñez (PP). Todo hace indicar que esta solución está llamada también al fracaso. Primero, porque nace también con el signo de la desconfianza. Ureña y Galán, históricos rivales, se van a vigilar continuamente por el rabillo del ojo y así es muy difícil construir un proyecto de futuro. En segundo lugar, porque dos años no es tiempo suficiente para llevar a cabo un proyecto sólido de gobierno. Ureña está cegado por su inquebrantable decisión de terminar su carrera política como alcalde de su pueblo, Almagro, sin importarle las consecuencias. Será una victoria pírrica.
Pero Ureña y el PSOE han tenido en sus manos la oportunidad histórica de aprovechar la moción de censura para pensar en el futuro, actuar con generosidad y proponer como candidata a la Alcaldía a su segunda de la lista, Marian Ureña, una joven con experiencia, con el fin de prepararla y rodarla para ser la cabeza de lista de dentro de dos años. Una mujer, joven y con experiencia. Esta decisión habría eliminado, además, el demagógico relato del PP de que la moción de censura va contra la gestión de gente joven, con nuevas ideas y que conecta con una población más joven, ávida de fiestas y bullicio gratuito.
Dada la debilidad del Gobierno socialista a nivel nacional, castigado por polémicas constantes, salvo milagros en la gestión municipal en estos dos próximos años, y con los pocos datos que se conocen, el gobierno de coalición entre PSOE y Por Almagro tendrá como consecuencia a largo plazo la victoria por mayoría absoluta del PP en las elecciones de 2027. Al tiempo.
Por todo ello y si no hay sorpresas este lunes, la actual legislatura municipal 2023-2027 será un mandato perdido y un fracaso colectivo para la sociedad almagreña. Recordar, en este sentido, que lo primero que hizo la coalición PP y Por Almagro fue echar abajo el proyecto del Museo de las Órdenes Militares con sede en Almagro, parar las obras de la Escuela Municipal de Música y frenar la puesta en valor de la Casa Relimpio, entre otras. ¿Hará ahora lo mismo el gobierno PSOE y Por Almagro, por ejemplo, con el proyecto de remodelación del Paseo de los Toros? En ambos casos prima el interés particular sobre el general de Almagro, aunque, al final, Núñez se haya vestido el traje de victimista y de huérfano desvalido. Él es tan culpable como Galán y Ureña.
Ay, Almagro.
Francisco J. Martínez Carrión es periodista y escritor