Aprovechando que este viernes se ha celebrado el Día de Castilla-La Mancha, te dedico estas líneas que no solo muestran mi modo de pensar, sino también el de algunos, bastantes, colegas con los que estoy en contacto. Muchos de ellos afiliados al PSOE y otros procedentes de distintas afiliaciones políticas, acostumbrados a poner las cosas en su sitio.
Nadie duda de que eres un buen administrador de lo público y un buen gestor, ni se pone en duda tu afán por mejorar las condiciones de la región y las condiciones de vida de los manchegos pero, como afiliado a un partido político de izquierdas, tienes muchas lagunas que deberías reconsiderar. Tampoco duda nadie de que ganaste las elecciones por mayoría, pero cuando esto ocurre los politólogos se preguntan ¿por méritos indiscutibles? ¿o por la falta de categoría del resto de opciones?
Te vemos lagunas en cuanto a la lealtad al partido político porque en ese toma y daca que la afiliación al PSOE supone para desempeñar responsabilidades con acierto, no suele predominar ni el toma ni el daca, sino que muchos compañeros consiguen una armonía digna de elogio entre compañeros y por supuesto en la línea de los cargos dirigentes.
Si de algo destaca nuestro secretario general y presidente del Gobierno -Pedro Sánchez- es por su vista de largo alcance y por la originalidad y rapidez de sus decisiones. Eres libre de coincidir o no con sus decisiones, pero si tus discrepancias son tantas, abandona el partido y busca otro que te sea afín. A mí no me representas y a muchos amigos tampoco.
Quizá sea el momento de ir haciendo campaña por una mujer experimentada y con cualidades para las próximas elecciones de la Comunidad.
Termino con un saludo muy cordial, derivado de que me hiciste manchega de adopción hace unos años, título que ostento con orgullo.