Aún en el dos mil ventiuno,
en este País, España,
la mujer en el trabajo
está muy discriminada.
Respecto a tener un puesto
en empresa o funcionaria
da lo mismo, dado que éste
a duras penas lo alcanza.
La mujer aún hoy por hoy
la que por suerte trabaja,
aun siendo el trabajo el mismo
que el del hombre, no le pagan
igual sueldo que al varón,
existen ciertas distancias,
igualmente en los derechos
pues las normas se las saltan
los de siempre, los que tienen
el rabo de la cuchara
y la sartén por el mango,
pues al hacer las contratas
se agarran a un clavo ardiendo,
se desvían por las ramas;
y el rizo lo van rizando
para sacar sus ventajas.
Creo que ya va siendo hora
de estas marrullas cortarlas
y los puntos en la íes
ponerlos si es que les faltan;
y que las leyes se cumplan
de manera igualitaria,
para que la mujer goce
del derecho que le ampara
y denuncien a los pícaros,
“los chupa sangres de marras”,
que tienen a las mujeres
como si fuesen esclavas,
bajo el yugo del machismo
ordeno y mando a sus anchas;
y con el pie levantado
por si se mueven, pisarlas.
Las mujeres en el mundo
en general, y en España
en particular aún,
mucho por ganar les falta,
pero mientras que gobiernen
“los bautizados por casta”,
que son los mismos de antaño,
que no cambiaron en nada,
¡tan sólo de ropa limpia
y nueva y de la más cara!,
¡¡Porque cara tienen mucha,
casi se la pisan!, ¡vaya!!,
porque respecto a barrer
siempre barren para casa,
no sólo en este sentido
sino en todos, nunca fallan
(lo del barrido y engorde
es una constante en práctica).
Mujeres: ¡Ojo y al loro,
id de frente y dad la cara,
pedid lo que os pertenece,
esa igualdad que aún os falta!
Yo, desde mi humilde verso
escrito con letras claras
estaré dándoos la mano,
aunque entre los míos haya
muchos, que por muchos frentes
“me vengan dando la vara”,
a mi lo mismo me da
y vaya por donde vaya,
a favor de la mujer
siempre estará mi palabra
directamente o en verso
pero siempre fuerte y clara,
¡¡dando un VIVA a voz en grito
por las mujeres de ESPAÑA
y por las de todo el mundo,
que bien merecen, ¡caramba…!!
