Leemos con cierto estupor la nota de prensa del “sindicato” mayoritario en la educación privada de Castilla La Mancha – FSIE-, sobre la construcción del nuevo colegio número 5 de Miguelturra. En dicho texto, este sindicato realiza una serie de aseveraciones más propias de quien ve la situación desde fuera, a años luz de esta localidad y no conoce la propia realidad en la que está sumergida la ciudad, desde la paralización de este centro educativo por parte del Gobierno de la Sra de Cospedal en 2011.
Cuando en un alarde de “austericidio político” frenó de golpe cualquier obra civil que estuviera proyectada y adjudicada, hecho que aparte de los perjuicios provocados y que a continuación veremos, ha hecho que el actual Gobierno Regional haya tenido que pagar indemnizaciones millonarias, para ser exactos 197 millones, como ha dictaminado recientemente el Tribunal de Cuentas. Imagínense los centros educativos o sanitarios que se podrían haber construido con esa cantidad.
Los perjuicios de la paralización del citado colegio nº 5 obligó a la Administración Educativa a doblar o triplicar grupos en los otros centros asentados en la localidad, con ratios que llegaron a ser las más altas de la Provincia. Lógicamente cuando se aumentan grupos, se deben deincrementar unidades/clases, dentro del propio edificio, que deben incorporarse como aulas provisionalmente.
Los espacios que se convierten en aulas provisionales generalmente son aquellos que dan cabida a servicios didáctico-organizativos del propio centro: biblioteca, aula Althia, aula de Música, sala de Orientación educativa, sala de profesores, etc.
Servicios, muy necesarios puesto que tienen una identidad propia y que por tanto, quedan en la mayoría de los casos languidecidos o incluso erradicado su uso como es el caso del aula Althia (aula de ordenadores).
Desconocemos qué pensará este sindicato sobre la calidad de las condiciones del proceso de Enseñanza-Aprendizaje, de que nuestro alumnado lea o no en bibliotecas adecuadas, que desarrolle con la máxima normalidad todas las competencias, incluida por ejemplo la digital; para este Grupo Parlamentario pensamos que es crucial para conseguir la educación del siglo XXI en donde las interacciones con el medio, con el mayor número de recursos naturales y artificiales, con el docente y con el resto de discentes, debende hacerse en un ambiente lo más idóneo posible. Lejos deben de quedar los hacinamientos por ratios elevadas y espacios reducidos que hemos conocido por desgracia, en épocas pasadas y recientes.
Adaptación del antiguo edificio
Así pues, desde este Grupo Parlamentario vemos con buenos ojos la adaptación del antiguo edificio que albergaba la sede de los empresarios de la Provincia. Cuando una Administración seria, que lucha por el interés general, -en este caso de Miguelturra-, realiza una obra de esta envergadura, sopesa si es necesaria o no y además no concibe satisfacer necesidades a corto plazo, todo lo contrario, lo realiza a partir de un estudio minucioso de la situación actual y de lo que pasará en un futuro.
Y podemos concluir, que Miguelturra necesita y necesitará este centro educativo, por todo lo anteriormente expuesto y sobre todo porque -sigue creciendo afortunadamente su población- atraída por la cercanía a la capital de la Provincia.
Fausto Marín Megía, es diputado regional del PSOE en las Cortes de Castilla-La Mancha y portavoz de Educación