En medio del debate sobre el grosor de la línea que separa la verdad de la mentira y el papel que deberán jugar los medios de comunicación en una sociedad tan informada como la actual y cada día más independiente de aquéllos, la cabecera Lanza llega a su 75 aniversario convertida en un medio digital de referencia que se complementa con una edición semanal en papel desde que hace un año, el 18 de mayo de 2017, dejara de ser el periódico diario que la sociedad ciudarrealeña conocía desde que el 20 de mayo de 1943 se publicara el primer ejemplar.
Un recorrido por la trayectoria de Lanza demuestra que llegar aquí, a la etapa digital, solo era cuestión de tiempo y, también, de una apuesta valiente para caminar junto a una sociedad que ha hecho del uso de internet un modo de vida . Durante este periodo, esta empresa periodística pública ha readaptado sus estructuras económicas y organizativas a la realidad del siglo XXI, y en este proceso han convergido casi todos los cambios tecnológicos necesarios para elaborar, maquetar, imprimir y distribuir la información y desembocar finalmente en la actual etapa digital.
Paralelamente, esta cabecera ha sorteado diferentes procesos de resistencia empresarial, laboral y comercial, además de superar etapas de competencia periodística sin precedentes como fue la de aquellos años de principios de siglo en los que coexistió con dos diarios más en la provincia, junto a decenas de publicaciones y un buen número de televisiones comarcales y regionales. Y salvó, también, algún que otro escollo, alguno de ellos orquestado desde fuera, precisamente cuando Lanza acometía uno de los procesos más importantes de su dilatada trayectoria como fue el caso de la externalización de la impresión diaria –abril de 2014- tras el deterioro definitivo de la vieja rotativa Gazette.
El futuro de la prensa tradicional
La supervivencia o no de las ediciones de papel ha sido un tema recurrente en las especulaciones periodísticas, al abordar el futuro de la prensa tradicional tras la aparición de internet. Lanza no fue ajeno a estos debates, precisamente porque fue uno de los primeros diarios que apostó por una edición digital, en febrero de 2001 y, quizás también, por su singularidad empresarial. Sin embargo, hoy sabemos que la discusión no se sitúa en mantener las ediciones de papel diarias. Solo hay que mirar los grandes periódicos europeos para comprobar la envergadura de sus plataformas digitales y el uso que hacen de redes sociales para entender que, pese a las resistencias iniciales, se ha impuesto responder a las necesidades de una sociedad diferente que consume información de manera rápida y al instante.
El debate, en cambio, está en el papel que tendrán que jugar los medios de comunicación en la era digital en temas como la credibilidad y la rentabilidad de las empresas, por ejemplo. “La cuestión está en saber en qué consiste la revolución digital (…) porque estamos en un cambio de civilización como no ha tenido la humanidad desde la invención de la imprenta”, decía hace unas semanas Juan Luis Cebrián, presidente de honor de El País, en un coloquio sobre los bulos y la manipulación de la opinión pública.
Ya en 2003, con motivo del 60 aniversario de Lanza, esta periodista abordaba el futuro de la edición de papel en el artículo “La senda de la era digital”. “No corren buenos tiempos para la prensa escrita”, aseguraba cuando solo habían pasado dos años de la puesta en marcha de la web lanzadigital.com. La opción digital se afianzaba y alcanzó un punto de no retorno, tal y como se recoge en el artículo “Renovación” de junio de 2013, donde con motivo del 70 aniversario me refería a la necesidad de priorizar los contenidos periodísticos en la web, aunque sin prescindir aún de la edición de papel. Sin embargo, cuatro años después, Lanza, el diario decano de la prensa en Castilla-La Mancha, apostaba abierta y valientemente por sumarse a la era digital como le pedían sus lectores que habían optado ya por los dispositivos móviles, fundamentales para estar informados al minuto, como nos hacían saber diariamente los registros en la web.
Un recorrido irreversible
Estos lectores, junto a esos miles que se han sumado los últimos meses, han demostrado que la apuesta de 2001 fue el inicio de un recorrido irreversible que culminó el pasado año con la puesta en marcha de una novedosa plataforma que hoy recibe miles de consultas a diario tanto en la web como a través de redes sociales. Porque de lo que se trata es de contar lo que pasa, con profesionalidad, a través del soporte que llegue de la manera más rápida a un lector que, de antemano, está muy informado.
Esta nueva etapa digital se complementa con una publicación semanal en papel, que recoge información provincial mediante entrevistas y reportajes, y donde damos una amplia cobertura a la imagen y al color. Así, quienes disfrutan con una lectura más tranquila de la actualidad, tienen la oportunidad de hacerlo cada viernes a través de nuestro Semanario que se distribuye de manera gratuita en toda la provincia.
De la mano de los periodistas y colaboradores, hemos preparado un número especial que saldrá el viernes día 25 de mayo, dónde contamos qué es Lanza hoy, en su etapa digital, sin olvidar su pasado y la evolución que le ha llevado hasta este aniversario. La historia de un periódico es la historia de la sociedad a la que informa y Lanza es un ejemplo de esta simbiosis.
Sin duda, este largo recorrido ha sido posible gracias al trabajo de muchas y muchos trabajadores: linotipistas, cajistas, maquinistas, maquetadores, periodistas, fotógrafos/as, administrativos/as, comerciales, etc, etc, y también colaboradores y corresponsales -¡qué hubiera sido de este periódico sin la aportación de estas figuras!-. Tanto ellos, como los directores que estuvieron al frente del diario en diferentes etapas, nuestros anunciantes y nuestros lectores han contribuido a mantener la marca, la fuerza y el prestigio de una cabecera, cuya existencia festejamos con la energía que se genera al saber que es parte de la historia de esta provincia.