Bueno, quizá sería más adecuado decir que los profesores de Tecnología cuyos alumnos participan en ella hacen que sea un oasis y un gustazo verles competir. Nosotros no lo habríamos podido hacer sin la ayuda de los compañeros del IES Galileo Galilei, Jesús, Lola, Gil y Blas, quienes cuando se rompió nuestra impresora 3D dos días antes de la fase local de la competición, se ofrecieron a imprimir las piezas que faltaban en la de su centro.
Pero la cosa no queda ahí. Ayer tuvo lugar en Ciudad Real la final intercampus de la competición de robótica de la UCLM y en ella participaron los equipos mejor clasificados en las fases provinciales. Tanto a las profesoras Paz Dorado y Ana Mª Muñoz, que son los motores del proyecto en el centro, como a sus sufridos alumnos de 4º de ESO y 1º de BTO, les habría encantado ganar un premio y poder ver así el trabajo de los alumnos recompensado. Pero ayer, nuestros chic@s se llevaron a casa algo más importante que el premio.
La competición está estructurada a partir de un reto que consiste en un cambio sorpresa que los alumnos, sin ayuda de los profesores, deben incluir en su programación y para el que cuentan con 2 horas de tiempo. Al finalizar ese plazo, por circunstancias que no vienen al caso, nos vemos con un programa hecho que no se ajustaba exactamente a las bases. Cunde el pánico en el equipo, vemos cómo se esfuman horas y horas de trabajo delante de nuestros ojos y nos quedamos bloqueados.
Afortunadamente, en este oasis del que hablaba hay compañeros que ven que lo que les ha pasado a tus alumnos, les podía haber pasado a los suyos y entonces se pierde la noción de “mi alumno, “tu centro” y solo ves personas con un gran corazón y una mayor sabiduría. En este momento es cuando ves la importancia de un buen profesor y sobre todo de un gran compañero.
Gracias Javier Arteaga, compañero del IES Sta Mª de Alarcos, cuyos alumnos competían con nosotros, por tu energía, motivación y ayuda en esta situación. Yo soy profesora de francés y, accidentalmente, directora del instituto y es mi competición favorita ya que se crea un ambiente sano en el que se potencia al 100% el aprendizaje de los chic@s y es una alegría poder disfrutar de ello. Esto sí es STEAM, ABP y todas las siglas que se os ocurran. El considerar a un alumno tu alumno, sin darle clase ni ser del mismo centro.
Tal y como debe ser en la enseñanza, ayer no ganamos nada y aprendimos mucho. Compañerismo, pasión por la enseñanza; seguro que esta lección no se les va a olvidar a nuestros chic@s.