Pensemos ahora en una persona que nace en esos años 70, o en el año 70 mejor dicho, para verla en el patio del colegio, antes de entrar a clase, cantando, si se la sabe (porque por edad según el centro, podría estar exenta), “Montañas Nevadas”. Crónicas de blanco y negro, podría decir alguien. Y llevaría razón. Pero quitémosle el aire peyorativo. Al Rey Elvis, lo conocimos en B/N. No solo en España, sino en todo el mundo.
Pero sigamos en esa persona nacida en Ciudad Real en el año 70, disfrutando de su infancia en un país que camina hacia la libertad. Obviamente el Rock forma parte de su vida, y lo hace en gran parte, gracias a sus hermanos mayores. Empieza a escuchar, antes de saber cómo se pone un vinilo o cómo funciona el casette, a The Doors, Led Zeppelin, Deep Purple… que pincha su hermano, y a Leño, Burning y Jethro Tull en las cintas que pone su hermana.
Esta, o este, joven asiste entusiasmada a la victoria del PSOE en 1982, y como en el anuncio electoral, abre las ventanas de su casa a la libertad… y a que el rock se escuche en toda la calle. Recibe en 1984, justo antes de empezar el instituto, su primer vinilo en forma de regalo. El primer disco de Van Halen. Inducido por su hermano, pero era el primer grupo “suyo”. Sus nuevas relaciones traen nuevas formaciones de rock. Ella (o él) introduce en su casa, y en su grupo a Barricada. En los vasos comunicantes del eterno rock’n’roll fluyen los Rolling, ¡cómo no! Beatles, Who… Pink Floyd, Police, Kiss… AC/DC, Rainbow, Thin Lizzy… The Smiths, Pixies, Metallica. Y nuestra protagonista descubre Mötley Crüe y ya tiene a su trío personal.
Nirvana, Red Hot Chili Peppers y Guns N’ Roses será el trío generacional. Chavales y chavalas, antes de llegar los 90 empiezan a abandonar nuestra ciudad para estudiar, mayoritariamente, en Madrid. Pero algunas quedan aquí, y su gran canal de comunicación con sus amigos es la música, es el Rock. Porque con él descubrimos la libertad.
Esta es una historia más que rehúye el verano para no sonrojarse de nostalgia y sol, pero vale cualquiera. Porque desde que el rock se nos hizo presente, allá por los 50, ha vestido a generaciones enteras… Cambia los grupos, incluso cambia la ciudad, llama a los Héroes del Silencio, baila con Los Burros, besa a tu amor oyendo a David Bowie…
Y desde el PSOE, como en aquella ventana del 82, nos abrimos al rock. Sin querer apropiárnoslo, evidentemente, pues es universal, transversal… Y lo hacemos para felicitarle en éste, su día. Y para decirle a nuestras vecinas, que lo apoyaremos, y a nuestras bandas. Como aquellos lejanos Zaas, Autopista 312, Forajidos, Maremagnum, Tequila Sunrise, Mejor Kallaos, The wife and the husband, Clínicamente muertos, Los Baldwin y todos los que la memoria no nos acerca hoy.
Porque el PSOE, como el Rock, es libertad.
