Puestos a reflexionar, no hay nada más importante que conocer la Historia. Y en esta Historia nuestra, la de España. En la cencerrada de si Monarquía o República, si o no, particularmente es bueno el conocimiento de la Historia y de su enraizamiento en la idiosincrasia del pueblo.
Dentro de valorar, a parte, de si éste ha sido bueno o malo que de todo hay en la viña del Señor, a nadie se le escapa con un poco de estudio y memoria que la Península Ibérica por tradición , y en particular España ya en tiempo visigótico, se regía por las dinastías monárquicas que hundían sus raíces en tierras de nuestros antepasados. Claro y notorio que la Monarquía Española tiene su origen personal y dinástico en los Reyes Católico. Bien es cierto que la monarquía absoluta de que se hacía gala, con la evolución de los tiempos, pasa a un estado liberal y a lo que vivimos hoy como monarquía parlamentaria.
Es pues a lo largo de la Historia la enorme trascendencia que este régimen ha dejado en el pueblo español y las tragedias de las dos repúblicas.
Hoy en el siglo XXI la figura monárquica, en persona de S.M el rey Felipe VI, es la consecuencia de aquel año en el que el pueblo después de 40 maduró. Y en la figura de su padre sentó las bases de nuestra actual Democracia. Sentándose unos y otros en lo que otros hoy, parece ser, algunos quieren romper.
Partiendo de esta base de la actual Democracia apoyada en la Corona como estandarte y representación fundamental del pueblo español y garante de la Carta Magna como ley fundamental de la sociedad española, la lealtad por lo tanto desde aquí a la Monarquía y la actual Corona. Y se antoja fundamental tras un período de 40 años de libertades, derechos y bienestar de España.
Buenos y malos los habrá en todas las facetas de la vida. Pero es indiscutible que el modelo monárquico español es y deberá ser la pieza fundamental de un estado de derecho y libertad del que hasta ahora no había conocido España.
Los intereses traidores a esta Ley Fundamental (La Carta Magna), así como a la bandera y la representación en Su Majestad el rey, no puede sino antojarse como un experimente de tiempos pasados fallido, y que por supuesto se convierten, en depende cómo, en un golpe de estado y un cambio que en principio nada bueno puede traer de un cambio de régimen. Incluso no deseado por la mayoría de españoles.
Es pues la monarquía la pieza fundamental junto a la bandera y la Constitución de nuestra sociedad moderna actual española.
¡Viva España y viva el Rey!