Emiliano García-Page, valedor del futuro socialismo ante unas elecciones anticipadas

Las elecciones municipales y autonómicas celebradas ayer han ofrecido unos resultados con un significado distinto a todas las anteriores. Unos resultados que supondrán un vuelco político en varias comunidades autónomas, y multitud de Ayuntamientos.

Es cierto que estas elecciones se han convertido en una especie de plebiscito a la “particular” política de Pedro Sánchez, algo que no era el objetivo, pero que viendo los resultados, creo que los votantes así lo han querido. El electorado ha castigado en las urnas su política egocentrista, autoritaria con decisiones de todos conocidas que han ido en contra de las más puras esencias socialistas, de ahí que el Sanchismo haya sido algo más que un eufemismo político. Pocos líderes han alzado la voz criticando sus decisiones y alianzas, siendo el más crítico, nuestro presidente autonómico, el gran triunfador dentro de la debacle socialista, de tal manera que Emiliano García-Page se ha convertido en el gran valedor del futuro socialismo.

Una de las tertulianas anoche, repasando los resultados, daba su opinión acerca de cómo solucionar este revés socialista. La solución según ella era sencilla; volver a la senda del socialismo troncal, cuestión perdida ante tanto pacto con partidos que nada tienen que ver con él. Iván Redondo hacía lo propio diciendo que Pedro Sánchez tendría que explicar su idea de España, extremo que nunca dijo y que por los hechos, no ha resultado ser del gusto mayoritario de los votantes.

Dicho esto, creo que Emiliano García-Page, socialista añejo, es la persona idónea para reconducir al PSOE hacia una senda que nunca debió abandonar. Los resultados de ayer, así parece indicarlo. La incógnita está en si encontrará militantes dispuestos a ello.

Terminando de escribir estas líneas me entero que Sánchez va a comparecer ante los medios; espero el desarrollo de la noticia; elecciones anticipadas con fecha veintitrés de julio. Ciertamente ha sido una sorpresa pues pensé su presencia sería para una remodelación del gobierno o cualquier otro asunto relacionado con las elecciones celebradas, pero no, el Presidente ha decidido convocarlas en medio de la canícula.

Podía haber aguantado hasta diciembre, pero iba a ser un imposible calvario. Con Podemos borrado del mapa, con Bildu crecido, la decisión era obligada. Elecciones Generales en pleno verano. Las maquinarias de los partidos no han tenido tiempo de ser tapadas pues ya mismo tendrán que girar y deprisa para confeccionar listas, programas…todo aquello que conllevan unas elecciones de tal calibre.

Obligado era adelantarlas, pero creo que además de ello, Sánchez al escudo de esta lógica, ha querido desviar la atención de la debacle sanchista, me resisto a creer que haya sido una debacle socialista, para centrar la atención en una nueva apuesta por el poder, suponiendo que sea el candidato, que eso está por ver. En sus cuentas particulares seguirá contando con sus socios de ahora y con un nuevo renacer de la extrema izquierda liderada por Yolanda Díaz.

Juega en su contra el escaso tiempo que habrá transcurrido desde estas últimas elecciones con el consiguiente efecto de lo que han dado en decir marea azul, y el desánimo de las filas socialistas ante tanta adversidad. Pero Sánchez ha dado la legítima orden y habrá que cumplirla, el cómo está por ver.

Quizá lo mejor para el partido socialista, lo más efectivo sea elegir otro candidato o candidata, de esta manera el efecto sanchista y la esperanza de un socialismo acorde con sus principios facilite restañar el daño. Y ante el abandono de la política del hasta ahora presidente extremeño Vara, Emiliano García-Page, bien pudiera ser el elegido pues creo, insisto, que lo tiene merecido.