Lanza_logotipo_blanco
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
24 abril 2024
ACTUALIZADO 21:54
  • Ciudad Real
  • Resultados deportivos de Ciudad Real en directo
  • El Campo
  • Internacional
  • Nacional
  • Agenda
  • Anuncios Oficiales
    • Festival 2024 Skating Eurovision / Elena Rosa
      Manolo Ruíz Toribio mostró sus trabajos de fotografía / Elena Rosa
      Todo a punto en la Plaza Mayor para zambullirse en las páginas de un buen libro /Clara Manzano
      Inauguración de la Feria de Abril en Ciudad Real / Elena Rosa
      Presentación de la programación de la cuadragésimo séptima edición del Festival / Clara Manzano
      Aparatoso incendio de un avión para desguace en el aeropuerto de Ciudad Real /Clara Manzano
      170 aniversario del Colegio Público Santo Tomas de Villanueva / J. Jurado
      Encuentro de centurias romanas /Clara Manzano
  • Vídeos
    • Visita guiada a la renovada Plaza de Toros de Ciudad Real
      • Disfrutando del almuerzo
      • Varios toros de saca de El Cotillo
      • Juan Ortega (1)
      • Juan Ortega (2)
      • Pablo Aguado (1)
      • Pablo Aguado (2)
      • Pablo Aguado (3)
      • Roca Rey (1)
      • Roca Rey (2)
      • Roca Rey (3)
      • Roca Rey (4)
      • Ajuste y entrega en la faena de Ortega al sexto
      • El poderío de Daniel Luque
      • Trincherilla de Morante al primero
      • Verónica de Juan Ortega
      Portada Fatigas maletilla.indd
      • Andrés Palacios a la verónica frente al primero JCS
      • La corrida de Martín Lorca estuvo bien presentada JCS
      • Aspecto de parte de los tendidos ayer en Tomelloso JCS
      • Palacios pasando al cuarto con la mano derecha JCS
      • Pase cambiado por la espalda de Molina al quinto JCS
      • Sergio Felipe estuvo dispuesto toda la tarde JCS
      • Derechazo de Sergio Felipe JCS
      • A la corrida le faltó fuerza y casta JCS
      • Perera entre los pitones del primero
      • Perera comenzó de hinojos la faena al cuarto
      • Vuelta al ruedo al cuarto de El Parralejo
      • Buen natural de Paco Ureña
      • Borja Jiménez doblándose de capote
      • Ceñimiento y garra en Borja Jiménez
      • Larga cambiada a porta gayola de Garrido al primero
      • José Garrido en un derechazo al primero
      • Así metió la cara el quinto, de nombre Tabarro, número 30
      • De Miranda salió trompicado al matar al quinto
      • Leo Valadez no destacó
      • Tarde maciza de Garrido ayer en Sevilla
      • David de Miranda a hombros
      • Buena verónica de Aníbal Ruiz al primero JCS
      • Verónica de Carlos Aranda al quinto JCS
      • Ceñido natural de Carlos Aranda JCS
      • Los tendidos de Carrión de Calatrava pidiendo trofeos ayer JCS
      • Natural de buen aire de Aníbal Ruiz al primero JCS
      • Natural de Juan Robles JCS
      • Remate de capote de Juan Robles en el tercero JCS
      • Satisfacción de Juan Robles al recibir el rabo del tercero JCS
      IMG-20240407-WA0014
      Presentación del I Encuentro Internacional de Capellanes y Sacerdotes. / Europa Press Photo
      Imagen de archivo de la venta de entradas para asistir al evento taurino del 28 de abril en Ciudad Real / Elena Rosa
      Foto de grupo de los alumnos de la Escuela Taurina de Miguelturra junto a su director, Antonio Alegre
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

En el cementerio

Cementerio
Cuando ocasionalmente vuelvo a mi ciudad natal, no siempre, pero de vez en cuando visito su necrópolis/ R. Toledo
Rafael Toledo Díaz 
Aquel "vusca" con v era un disparate tan grande que clamaba al cielo por encima de los cipreses. Por eso, cuando decidieron darle la vuelta a la lápida porque ya le faltaban demasiadas letras al epitafio, grabaron en la otra cara del mármol el poema rectificado que la abuela le escribió al abuelo. Así, al corregir el error ortográfico, quedamos en paz con la escritura. 

Hay silencio, quietud, paz y sosiego, condiciones contemplativas que siempre se asocian con la muerte. En algún momento ese estado casi místico era sobresaltado por el zurear de las palomas que revoloteaban alrededor de los cipreses, eso, y el soplador mecánico del empleado de la limpieza del camposanto.

Esta necrópolis a la que me refiero es un lugar que, aunque apartado de la ciudad, es uno de los espacios mejor cuidados de la villa. Para llegar a este recinto alejado del pueblo hay que recorrer un par de kilómetros, un paseo que, en mi infancia, estaba flanqueado a ambos por lados por moreras y acacias; árboles que daban sombra a calzadas como esta en la llanura manchega.

Espontáneamente y sin pensar declaramos que la muerte nos iguala, pero no es cierto. En el cementerio de mi ciudad hay estatus bien diferenciados. En los nuevos patios hay enormes mamotretos graníticos, panteones que pugnan por sobresalir del entorno, sepulturas de lujo para vecinos humildes. Lugares donde la ostentación, el orgullo y la arrogancia sirven para reivindicar la ridícula vanidad de los deudos ante la muerte del pariente, entierros de primera para una vida de tercera. Esta petulancia pueblerina está tan asumida que ya ni siquiera es criticada, se acepta como algo natural y lógico.

En este cementerio, como en tantos otros, podemos comprobar el paso del tiempo o de las épocas en función de las modas fúnebres. En los patios más antiguos las gran mayoría de sepulcros son de piedra.

Lápidas de mármol blanco

Luego después vinieron las lápidas de mármol blanco, una época que abarca periodos de finales de los sesenta, hasta casi los ochenta del pasado siglo y, ahora; enormes tumbas de granito en una amplia gama de grises y negros. Cruces, cruces y más cruces para una sociedad cada vez más laica, pero la tradición sigue y la costumbre perdura y se impone.

Cuando era pequeño, en los primeros días de noviembre, si hacía bueno, visitábamos el cementerio. En aquel tiempo apenas tenía algún pariente enterrado allí, era como ir de excursión.

Ocurrencia

La mayor osadía u ocurrencia consistía en subir por una estrecha escalera a las tapias que delimitaban el osario. Desde la altura podías contemplar un revoltijo de cráneos, fémures y húmeros amontonados. Por entre los huesos y de forma sigilosa se deslizaba de vez en cuando alguna culebra. Una mezcla de asco y temor sacudía nuestras mentes infantiles, tanto, que por la noche, y en sueños, recordando la tétrica visión podías tener una horrible pesadilla.

También había un recinto anexo al que llamaban “el corralillo” un nombre  despectivo para denominar el lugar donde enterraban a los suicidas y a los no católicos. Allí reposaban los restos de los protestantes o evangélicos, y también daban sepultura a los musulmanes que, casualmente, habían podido fallecer por accidentes de tráfico.

Ramos y centros

En aquellos años en el día de los difuntos no se había mercantilizado el tema de las flores y los socorridos ramos y centros. Los ornamentos florales de la época eran muy simples, sobre las tumbas y arrancadas de los arriates de los patios y corrales se colocaba la popularmente llamada “flor del hacha” o “cresta de gallo”, las dalias o los crisantemos.

Aunque en el municipio era costumbre, nunca entendí por qué después de la salida del templo, ningún familiar directo acompañaba al coche fúnebre que transportaba al fallecido para su enterramiento. Me sorprendía, porque no era lo que veíamos en las películas americanas. En el cine o en la tele, las familias participaban en los funerales echando puñados de tierra a la fosa, dando discursos o escuchando las canciones que, en vida, le gustaban al difunto.

Supongo que aquí, asumimos con naturalidad que el cuerpo es solo materia, lo que importa en nuestra cultura cristiana es la supuesta espiritualidad del alma, algo intangible que solo pueden comprender los creyentes.

Costumbres que se pierden

Años más tarde, esas costumbres, como las del duelo, se han ido transformando o perdiendo. Ya no se observa en los funerales actuales la rigidez del protocolo, formalidad donde el orden de parentesco asigna el lugar de los allegados en el duelo. Además, ahora es habitual que algún hijo o nieto del finado se acerque al camposanto y asista al acto concreto de la inhumación.

En muchas de nuestras ciudades existe un equilibrio poblacional, pero a pesar del ahorro de terreno que suponen las incineraciones y los columbarios, cada cierto tiempo, los ayuntamientos necesitan adquirir parcelas para ampliar los cementerios.

Ahora que tanto se habla de las regiones deshabitadas, del permanente debate sobre la España vaciada, los camposantos de estos pueblos son los lugares que más crecen. Allí reposan los lugareños, pero también muchos de los que emigraron. Aquellos vecinos que se fueron buscando un futuro mejor, vuelven a la tierra donde nacieron para reposar eternamente junto a sus ancestros.

Mi ciudad natal

Cuando ocasionalmente vuelvo a mi ciudad natal, no siempre, pero de vez en cuando visito su necrópolis. Ahora mi itinerario entre las tumbas del camposanto se hace cada vez más largo y penoso, ya son muchos de los míos los que reposan allí, y sus fotos empiezan a estar descoloridas.

Pero aunque admito con naturalidad este sentimiento tanático y el culto a la muerte de los manchegos. Yo, a pesar de la distancia, a mis muertos los llevo siempre en la memoria.

Globosonda: Texto para La Caja Negra del mes de noviembre

 

 

Ver más sobre:
Publicado en:
Noticias relacionadas:
Las máquinas están trabajando en la zona / Lanza
Arenales lleva a cabo nuevas obras en el cementerio municipal / Lanza
Desbroce de las hierbas del cementerio de El Villar / Lanza
Imagen del cementerio de Almagro / Lanza
Los trabajos se realizaron entre octubre y diciembre
Imagen de archivo de los del acto de entrega de restos identificados que se llevó a cabo el pasado 11 de febrero / Lanza
Cerrar