Fumata blanca. Por fin. De Abenójar, previo paso por Puertollano, para el mundo. Bueno no exageremos, al menos para el resto de España.
Por fin, después de 7 años (larguitos, eh) el Gobierno de España cuenta con una ministra de Vivienda. Toma ya. Y encima de Ciudad Real provincia. ¿Orgullosos? Bueno, a ver… Igual no mucho.
Isabel Rodríguez lleva como ministra de Vivienda y Agenda Urbana desde 2023 y en el gobierno de Pedro Sánchez desde 2021. Pero bueno, no pasa nada. Ella ha decidido aparecer ahora, que es cuando los telediarios dicen que el problema de la vivienda importa. ¿No la han visto? Si esta semana lució disfraz de mozo de obra en Segovia. Eso es, que se note el compromiso.
Tampoco hay que ser crueles. Veamos qué ha hecho la ministra de Vivienda por garantizar el derecho a la vivienda. Está lo del teléfono de la esperanza ese, el 047. Ingenioso, como el artículo de la Constitución. Seguro que surte efecto.
Imaginemos una llamada:
– Hola, buenas. ¿Está la ministra?
– La ministra Rodríguez está en una sesión de fotos en una obra que se inaugurará allá por el 2050. Yo soy Charo, en qué puedo ayudarle.
– Hola, Charo. Quería contarle mi caso.
– No se alargue mucho que en 5 minutos acaba mi turno.
– Pues que tengo más de 30 años y sigo en casa de mis padres. Vivimos de alquiler y el dueño del piso dice que nos lo tiene que subir, que es autónomo y no llega.
– Bueno, eso es culpa del fascismo de la derecha que no quiere aplicar nuestra ley de vivienda. ¿Desde dónde nos llama?
– Barcelona.
[Se corta la llamada]
Vale, quizá lo del teléfono no haya funcionado del todo. Pero está el anuncio. ¿Cuál? ¿El que ha provocado la petición de dimisión de Isabel Rodríguez como ministra por parte de Sumar y Podemos? ¡Pero ha pedido perdón! Me temo que en política eso de pedir perdón suele exigir otras derivadas.
Da igual, compremos el argumento. No se está aplicando la ley de vivienda. El gobierno de Sánchez diseñó un texto legal que permite a ayuntamientos y comunidades autónomas intervenir el mercado de la vivienda. ¿Seguro que ese es el problema?
Barcelona es la ciudad con el metro cuadrado más caro para alquilar una casa en lo que vamos de 2025. ¿Será que tanto alcalde (PSOE) como presidente de la Generalidad (PSOE) no están aplicando la ley de vivienda (PSOE) donde gobiernan?
¿Y en San Sebastián o Bilbao donde los precios también se han disparado? Hay que ver con el PNV que tampoco le parecen bien las soluciones de Moncloa.
En 2008, antes de que la burbuja inmobiliaria saltase por los aires, el precio para comprarse una casa llegó al máximo histórico de 2.162 € por metro cuadrado. Ahora mismo estamos a 2.021 € por metro cuadrado y subiendo al mismo ritmo que entonces.
Sinceramente, esto tiene muy mala pinta. Veremos si ahora que parece que tenemos ministra de Vivienda empiezan a pensar en soluciones más eficaces que teléfonos de la des-esperanza, anuncios insultantes o posados en obras que quizá vean terminadas nuestros nietos.
