Le conocí y le traté en los años 60, 70 y 80 y pude admirar la enorme calidad humana y profesional de Don José Antonio Nuño Cañadas, farmacéutico de Moral de Calatrava de manera ininterrumpida desde marzo de 1.923 hasta junio de 1.987, año de su fallecimiento.
Me honré con su amistad y pude apreciar sobradamente la incansable y excelente tarea que llevó a cabo en Moral de Calatrava, donde había nacido, no sólo como farmacéutico e Inspector de Farmacia, sino que en multitud de ocasiones dejó de cobrar medicamentos a personas sin recursos, cargando él con los consiguientes gastos.
Nunca se tomó unas vacaciones ni se ausentó de Moral de Calatrava en tan dilatado periodo de tiempo (64 años, nada menos !!!) y como padre y esposo fue siempre ejemplar.
Sin embargo, los sucesivos gobiernos municipales y Consistorios que han venido rigiendo Moral de Calatrava desde el año 1.987 han ignorado y olvidado la memoria y la gran obra de don José Antonio Nuño Cañadas, a quien le tocó vivir una época especialmente difícil, con la Guerra Civil y la postguerra, pese a lo cual sacó adelante a una familia de siete hijos, de los que actualmente viven solamente dos : Maria y Pilar.
Me permito dirigir este Artículo, que ratifica y muestra su conformidad María Isabel Ruiz Nuño, nieta de Don José Antonio Nuño Cañadas.
Mucho les agradeceríamos que tuvieran ustedes a bien publicar este artículo que sólo pretende la reparación de una penosa injusticia, lo que fácilmente podríaa hacer el Excelentisimo Ayuntamiento de Moral de Calatrava poniendo el nombre de una calle o plaza a nombre de don José Antonio Nuño Cañadas o erigiendo si es posible además un busto o estatua del mismo.
Con nuestro agradecimiento por adelantado les enviamos un afectuoso saludo