La presente edición de la feria del libro, que este lunes llegará a su fin, es una muestra más del apoyo y el impulso a la cultura que el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ciudad Real está ofreciendo a esta ciudad. Una edición en la cual el número y variedad de actividades va en aumento: Presentaciones de libros de autores y autoras de la tierra y de otros lugares de la geografía española, cuentacuentos, talleres, conciertos, recitales poéticos, homenajes a Cervantes, etc. Actividades que se ha querido que estén dirigidas a todos los públicos, pero poniendo el enfoque en los más pequeños y pequeñas. Una feria que entendemos necesaria para una ciudad como la nuestra y que, conviene recordar, durante los últimos años de gobierno del PP no se llegó a celebrar, algo realmente inaudito.
Uno de los cambios más visibles en la nueva forma de gobernar es, precisamente, en el mundo de la cultura. El PSOE siempre la ha considerado como uno de los pilares fundamentales que deben garantizarse a los ciudadanos y ciudadanas. El auge cultural que ha experimentado la ciudad en los últimos tres años es fruto de un cambio de talante, de estilo, que no tiene tanto que ver con un aumento presupuestario (que también) sino con una manera distinta de gobernar.
Desde hace tres años, las calles, las plazas, los espacios municipales y los museos están abiertos a todas las personas y colectivos que quieren realizar una actividad cultural en la ciudad. En el PSOE entendemos que la ciudad es de todos y que la aportación siempre suma, nunca resta. De esta manera, todas las propuestas estrictamente culturales se aprueban ya que entendemos que, al final, quien resulta beneficiado de tanta actividad cultural es la ciudadanía.
Desde que llegamos al gobierno no se ha denegado a ningún colectivo, entidad o asociación un espacio público para desarrollar su acto o evento. De esta manera, por ejemplo, el Museo López Villaseñor, epicentro de la actividad cultural, ha pasado de 37.857 visitantes a 48.831, debido a la cantidad de actividades que allí se realizan.
Atrás quedaron las negativas o vetos y ahora todo el mundo tiene la posibilidad de poder trabajar o realizar su actividad en un espacio municipal, independientemente de quien sea. Prima la actividad. No la procedencia política. Ese es el gran cambio.
También cabe destacar la creación de un Consejo de Cultura, donde las diferentes asociaciones culturales se agrupan en comisiones, teniendo una participación activa, y tomando decisiones importantes.
Otro hito destacable es la recuperación de un espacio emblemático como es el Museo Elisa Cendreros, restaurado, y además, con la vocación de ser uno de los centros nucleares de la vida cultural ciudarrealeña y futura sede del tan deseado Ateneo cultural.
El cambio es visible, la apuesta está clara y el camino dispuesto para seguir trabajando por un proyecto de ciudad cultural, libre, vanguardista donde cabe toda Ciudad Real, donde toda la ciudadanía suma y donde entre todos y todas estamos construyendo una ciudad mas viva que nunca.
