Olvidadas ya devociones tan antiguas como la de Santiago de la Nava, con su ermita a los pies de la sierra y cuyos orígenes se remontan a los mismos inicios de la aldea, o la Virgen de Gracia, con cofradía desde el siglo XVII, y sobre todo, el fervor mariano por Nuestra Señora de los Remedios de la Gavia, asentada en la ermita que existía en el camino del Puerto, aunque manteniendo la misma devoción por su patrona, la Virgen del Rosario, o el patrón de su parroquia, San Sebastián, los guadalmiseños de finales del siglo XIX comenzarán a buscar nuevos santos y vírgenes a los que encomendarse, y en este ambiente piadoso es donde hay que encuadrar el origen de la devoción al santo madrileño, San Isidro.
Será pues en los últimos años del siglo XIX o los primeros del XX, cuando Guadalmez comience a honrar al patrono de los labradores, al igual que lo hará con la Virgen del Carmen, aunque nuestro río no cuente con marineros.
Ya en mayo de 1915, según relata el diario El Pueblo Manchego, los festejos de San Isidro estaban unidos a una feria del pueblo, y aunque ese referido año las tormentas, aguaceros y granizadas deslucieron las celebraciones, los vecinos pudieron disfrutar de las muchas rifas, los concurridos bailes y las dos funciones de teatro en las noches del 15 y 16 de mayo, así como de la procesión y la función religiosa a cargo del párroco D. Víctor Serrano, el mismo al que el pleno del Ayuntamiento, en sesión extraordinaria en mayo de 1927 nombrará hijo adoptivo de Guadalmez.
Los años treinta del siglo XX, marcados por la caída de la Monarquía, la proclamación de la II República y la Guerra Civil, llevarán a la suspensión de la mayoría de las manifestaciones religiosas, entre ellas, la dedicada a San Isidro.
Dentro de unos días, el próximo 14 de mayo, se cumplirán 70 años que la devoción al santo de los labradores, San Isidro, volvió a resurgir en Guadalmez, y todo ello, gracias al impulso de un cura vasco, D. Alfonso Axpe Ruiz de Azúa, quien había llegado a la población en 1948, y se había propuesto intensificar la vida espiritual de la antigua aldea.
Además de dar un nuevo impulso a las obras de reconstrucción del templo parroquial, D. Alfonso, nada más llegar, convenció a las autoridades civiles y a todos los vecinos de la necesidad de erigir una ermita al santo madrileño, para que, según sus propias palabras “ …Guadalmez tiene su Ermita, alrededor de ella, su alma y su pensamiento se elevarán hasta el Señor para que Dios fecunde sus tierras y sus campos y mediante ellos unirse al despertar de España a esta nueva vida de expansión…”.
Ese mismo año de 1948, en el mes de noviembre, se constituía la Cofradía de San Isidro Labrador, con 114 hermanos y Santiago de la Gama García, como Presidente, con la finalidad de llevar a cabo la construcción de la ermita y de participar en la elaboración del programa de festejos. El miércoles 2 de febrero de 1949 se procedía a la colocación y bendición de la primera piedra de esta ermita en el paraje de “Los Quintos de Guadalmez”, adornado para la ocasión con banderas y gallardetes nacionales y pontificios. Según el diario Lanza en su número del 4 de febrero:
“…En tan solemne acto hizo uso de la palabra don Lorenzo Molero quien en nombre de las autoridades ofreció el solar y la obra al señor Cura Párroco. Acto seguido D. Celedonio García Pinilla leyó el acta que juntamente con las simbólicas cinco pesetas, se colocó en la piedra fundamental previamente adornada con los emblemas de España y de la Iglesia. Y por último el señor Cura Párroco, agradeció a las autoridades su gesto verdaderamente encomiable y previa la Bendición litúrgica de la piedra fundamental junto con la del terreno que ocupará la ermita, la colocó acompañado por el Sr. Alcalde don Andrés Moreno Quero en el lugar anteriormente preparado…”
Las obras de la ermita comenzaron el siguiente lunes, 7 de febrero, gracias a la desinteresada colaboración personal de todo el pueblo de Guadalmez y el sábado 14 de mayo, tres meses más tarde, era bendecida por el Rvdmo. Sr. Obispo Prior de las Órdenes Militares, Dr. Echevarría Barrena, siendo padrino del acto, por delegación, el Excmo. Sr. Duque de Medinaceli, ya que en palabras del propio D. Alfono Axpe, esta ermita se levantaba en homenaje a la memoria de su antepasado D. Diego Fernández de Córdoba, Marqués de Comares, insigne bienhechor de este pueblo, al donar las tierras de la Vega y los Quintos.
El Programa Oficial de Festejos de esta primera celebración de San Isidro en Guadalmez, tras la Guerra Civil, en mayo de 1949, fue el siguiente:
Día 13.- Al toque de oración, disparos de cohetes y repique de campanas, anunciando las fiestas.
Día 14.- Ofrenda de las autoridades Municipales.
A las 6.- Toque de diana y repique de campanas.
A las 7.- Comunión Pascual de hombres e imposición de insignias a los nuevos hermanos.
A las 8.- Tránsito procesional de la imagen de San Isidro a su Ermita.
A las 10´30.- Llegada del excelentísimo y Rvmo. Señor obispo prior de Ciudad Real, don Emeterio Echevarría Barrena.
A continuación, bendición de la Ermita y santa misa oficiada por el Excmo. Señor Obispo. Será el padrino el Excmo. Señor duque de Medinaceli, en memoria de su ilustre predecesor e insigne bienhechor de este pueblo.
A la una y a las 5, en el salón de la Verbena, conferencias pre-matrimoniales por el Excmo. Señor Obispo.
A las 6.- Despedida al ilustre Prelado diocesano.
A las 10.- Grandiosas luminarias públicas presididas por las autoridades locales y acompañadas por la Banda de música.
Día 15.- Romería popular a la Ermita. Ofrenda de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos.
A las 6.- toque de diana con disparos de cohetes y repique de campanas.
A las 9.- En las Eras, organización y salida de la Romería.
A las 11.- Solemnísima función religiosa con panegírico del Santo y procesión alrededor de la Ermita.
A las 12.- Ofrenda popular al Santo Labrador, en la explanada del cerro. Actuará de mantenedor, don Lorenzo Molero Capilla.
A las 1.- Festejos populares con valiosos premios.
A las 3.- Merienda popular animada por la Banda de música.
A las 5.- Interesante carrera de cintas, en la que intervendrán los más afamados jinetes de la localidad y pueblos vecinos.
A las 8.- Regreso procesional con la imagen del Santo.
Todos los actos de este día tendrán lugar en el Cerro de San Isidro.
Día 16.- En el pueblo. Ofrenda de la Cofradía de San Isidro.
A las 6.- Toque de diana con disparos de cohetes y repique de campanas.
A las 11.- Gran función religiosa con panegírico por el señor Cura Párroco.
A las 12`30.- En las eras y quiñones de don Emilio Márquez, interesantes festejos populares con valiosos premios.
A las 11 de la noche.- Cierre de los festejos con la grandiosa procesión de San Isidro por las calles de la localidad.
Así pues, como detalla el anterior programa, discurrió la primera celebración de San Isidro, en su nueva ermita de Los Quintos, y como decía D. Alfonso Axpe Ruiz de Azúa:
“…¿Qué tiene este pueblo, que así sabe conquistar al que por primera vez llega hasta sus puertas?, no lo podría ni sabría explicar, solo sé que algo hay en él que tiene carácter personal…” (Diario Lanza, sábado 14 de mayo de 1949).
Hoy en día, la Romería de San Isidro se ha convertido en el evento lúdico-religioso más importante de Guadalmez, y a ella acuden, no solo los propios vecinos o guadalmiseños emigrados, sino muchos de los habitantes de las poblaciones cercanas, haciendo de esta celebración una de las romerías más concurridas y afamadas de la comarca.