En un debate internacional celebrado en el marco de la 72 Asamblea de las Naciones Unidas de septiembre de 2017, cuatro personalidades (Obama, Trudeau, Bill y Melinda Gates) mostraban sus “siete razones por las que el mundo está mejor que nunca”. Pero una cosa es la realidad y otra el deseo: la FAO (N.U. para la Alimentación) afirmaba finalizando el año que: “el hambre aumenta por primera vez en casi 15 años”.
Si comparamos los datos de crecimiento demográfico en el mundo con los países que más crecen económicamente, según el FMI se comprueba que ambas situaciones las concentran India y China. Peor situación corren los tres países restantes que configuraban el grupo de países emergentes o BRICS, pues han visto decrecer fuertemente su economía, incluso hasta alcanzar datos negativos: Rusia, Brasil y Sudáfrica.
¿Cuál es la situación de la pobreza y la desigualdad
en el mundo?
Si confrontamos el Índice de Desarrollo Humano con el Índice de Pobreza Multidimensional de Naciones Unidas, podemos observar la gran desigualdad existente. Mientras los países con un mayor desarrollo humano sitúan a la cabeza a Noruega, Australia y Suiza; en el extremo inferior, los más pobres son: República Centroafricana, Níger, Chad, etc. En la actualidad, más de 815 millones de personas pasan hambre: unos son víctimas de la pobreza, y otros sufren una profunda hambruna. Las personas que no comen lo suficiente, según el Informe sobre el Estado de la Desigualdad Alimentaria y la Nutrición (2017) se localiza en: África oriental (34 %), África central (26 %), El Caribe (18 %), Asia del sur (14 %), África occidental (11 %) y Sudeste asiático (11 %). A lo que podríamos añadir, según Oxfam Intermon (2017) que “más de 20 millones de personas podrían morir de hambre en el continente africano”.
Las principales causas de la pobreza se encuentra en la deuda externa y en la escasa capacidad de financiarla con sus exportaciones, por lo que es necesario que los Estados vayan estableciendo políticas de condonación de la misma, unida a soluciones como los microcréditos. La solución no puede estar solo en manos de las ONGs, de las que cada vez la población se distancian más, pues siempre hay desaprensivos que se aprovechan. La pobreza y el hambre no sólo están perjudicando a unos lugares muy concretos del mundo, sino que también la división del trabajo tiene una responsabilidad mayor en la asociación mujeres-pobreza, pues son ellas las que sufren mayores desventajas.
¿Cuál es la situación de la pobreza y la desigualdad
en la Unión Europea y en España?
En la actualidad, la Tasa de Riesgo de Pobreza en la Unión Europea sitúa a la cabeza de este problema a Bulgaria, Rumanía y Grecia, apareciendo España en el número octavo; por el contrario los que ofrecen una tasa más reducida son la República Checa, Finlandia y Dinamarca. Esta misma tasa, según el Instituto Nacional de Estadística de España, presenta las diferencias internas por Comunidades Autónomas, ofreciendo una situación más negativa Canarias, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, todas ellas al sur de Madrid. En el lado opuesto, Navarra y País Vasco ofrecen una tasa muy reducida.
Según la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza, en su manifiesto de octubre de 2017, se indicaba que España es el tercer país de la UE donde más ha crecido el riesgo de pobreza desde 2008, contabilizando 3 millones de personas con pobreza severa y el 28 % de la población tocados por la pobreza (13 millones). A la pobreza se une en España la desigualdad, pues se puede afirmar que mientras la pobreza severa baja, la desigualdad no se corrige, al tiempo que se agudiza en los tramos altos. Y como ha afirmado Carabaña en Ricos y pobres. La desigualdad económica en España (2016): “el crecimiento económico suele reducir la pobreza, pero no suele reducir la desigualdad”, para añadir que la desigualdad de la renta en España es mayor que la de la UE-15.
Para concluir con el conocimiento de la desigual en España, analizaremos la situación de la propiedad y la riqueza catastral, como una variable más, resultado de nuestra propia investigación. La mayor concentración de la propiedad rústica se sigue dando en Andalucía y la urbana en la Comunidad de Madrid. En lo que respecta a la riqueza catastral urbana, vuelve a destacar Madrid, y en la rústica sobresale la Comunidad Valenciana. Por el contrario, Galicia en rústica y Extremadura en urbana, pasan desapercibidos en propiedad y riqueza catastral.
Estas páginas son el resultado de nuestra participación en las Jornadas contra la Pobreza, que organizó la Universidad de Castilla-La Mancha, en el campus de Ciudad Real, con motivo del “Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza”.