Y digo bien, generosidad, entrega de esta ciudad, porque se gloría de tener y poseer gentes que sólo por ser idealistas apuran el trago del verbo dar; que muy bien está también conjugado en la Villa de la Zarzuela.
Localidad donde, don Quijote, o los quijotes, campean y dicen sus palabras a los aires para que las romanzas sean como un relumbrón, o una orla, como una enseña añil en los tiempos europeos de ahora mismo, los cuales exigen avanzar, estar con ese escudo de modernidad que va y viene por las chancillerías oficiales para que las raíces, las que somos en realidad, luzcan y reluzcan con los grandes nombres de lo lírico una vez al año, en el teatro Tomás Becerra, tan moderno, abierto y solidario para lo cultural.
Pero además de lo anterior, especialmente emocionante fue el emotivo Homenaje que se le hizo al impulsor y fundador de la Asociación Cultural Amigos de la Zarzuela (ACAZ), Antonio García-Cervigón Torres, vistiendo la inauguración con las palabras de un reconocimiento multicultural a su ardua labor: cariño y amistad.
Bien me acuerdo de aquellas primeras jornadas culturales de zarzuela en los inicios de un grupo de amigos que aspiraban a ver la solana de su localidad abierta a la luz de un sol que irradiara el amor. Favor y fervor, que deseaban para ir sumando unas jornadas líricas que fueran la aldaba que necesitaban para la internacionalidad que van a cumplir; porque, próximamente, la zarzuela española será Bien Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, sin olvidar que la Semana de la Zarzuela ya es Fiesta de Interés Turístico Nacional y se pretende, lo conseguirán, la internacionalidad que buscan.
En este andamiento y mandamiento de la zarzuela, Antonio García Cervigón ha cantado y ganado su ópera prima sin perder la sonrisa, haciendo que la zarzuela sea camino y posada para tantos solaneros que han dado el do de pecho con mucha maestría. Y además, hay que sumar los autores, actores, músicos, bailarines, que han practicado el tributo de amar y dar a La Solana la preponderancia necesaria, con su categoría personal y artística: seriedad y bien hacer.
Me congratulo de corazón con este Homenaje dedicado a Antonio y, por extensión a todos los “ayudantes’, andantes que muy bien han lucido en el Tomás Barrera, teatro en el que la ACAZ ha vivido los días más gloriosos. Y no nombro a ninguno porque temo que la memoria me haga una mala pasada; pero ahí están y son como una nueva zarzuela en obra y palabra y tiempo y más: rodeados que estuvieron por los representantes de distintas administraciones provinciales y regionales, que tienen la obligación, como lo han hecho hasta ahora, de incentivar económicamente los nuevos logros de la ACAZ y LA SOLANA.
No olvido a la familia de nuestro homenajeado: esposa e hijos; porque bien sé el callado trabajo realizado por ellos, alentando el incansable desvelo del esposo, padre y abuelo.
Mi cariño y amistad para todos y mi sincera enhorabuena para Antonio y todos los que trabajan a favor de la Zarzuela; porque es hermoso comprobar como en La Solana, cada jornada es un estreno y se pone a hervir el entusiasmo, la generosidad y el idealismo en el Lugar de la Zarzuela: el que ya está escrito en mármoles y bronces para el panorama lírico nacional. Por todo lo anterior, enhorabuena a los participantes por regalarnos un puñado de la luminosidad de su pueblo; pues tiene al sol de la generosidad por guía y compañero. Laus Deo.