‘Las caídas de Alejandría’, de Luis Antonio de Villena

La reputada editorial Pre-textos, en su colección ”Narrativa Contemporánea” ha publicado el tercer tomo de memorias: “Las caídas de Alejandría”, del prestigioso poeta, Luis Antonio de Villena-anteriormente, ya vieron la luz el volumen uno, bajo el título: “El fin de los palacios de invierno”, y el dos, “Dorados días de sol y noche”- que, completan hasta ahora todas las memorias narradas por este escritor de primera fila, que yo considero el García Lorca del siglo XXI.
EL LIBRO
En el citado libro el autor hace un amplio y diverso recorrido por su vida literaria, social, sexual…, en el que, sin pelos en la lengua-como acostumbra-, nos narra unas memorias reales, vividas intensamente en todos los sentidos, ya que, pocos escritores actuales pueden presumir de haber compartido mesa y mantel con todos los grandes de la literatura, “la crema y nata de la intelectualidad”, pero también con infinidad de jóvenes y bellos chaperos, que han convertido su soledad en placenteras noches eróticas, en varios países por los que ha viajado, ya que es un literato de prestigio internacional, que ha publicado más de un centenar de volúmenes y cuya obra se ha traducido a muchos idiomas, entre otros: alemán, japonés, italiano, francés, portugués, húngaro…
PREMIOS
Ha obtenido el Premio Nacional de la Crítica de Poesía (1981), el Premio Azorín de Novela (1995), el Premio Internacional de Ciudad del Melilla de Poesía (1997), el Premio Sonrisa Vertical de Novela (1999), el Premio Internacional de Poesía Generación del 27 (2004). Asimismo, en octubre de 2007 recibió el II Premio Internacional de Poesía Viaje al Parnaso, entre otros galardones, como el nombramiento en 2004 de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Lille (Francia). Y espero, que pronto le concedan el Premio Príncipe de Asturias, que merece bastante más que a otros, que ya se lo han dado.
RESUMEN
En “Las Caídas de Alejandría”, encontramos a un hombre vitalista, hedonista, pero también a un ser extremadamente sensible, frágil, desvalido y solo, que ha vivido la noche y sus placeres: sexo, alcohol, drogas…, pero que, como casi todos, se ha ido desengañando de la vida y el fracaso de vivir, porque como el propio artífice escribe: “El tiempo pasa y arrambla con todo, no hay excepción, y por ello soñamos tan a menudo con algún modo o lugar de “refugio”.
Igualmente, Villena, hace un repaso muy crítico de la amistad y los verdaderos amigos…, que en el mundillo de las letras y el arte, en general, son muy escasos, hasta el extremo de poder decir, como decía un pariente mío: “Que los amigos verdaderos, se pueden contar con los dedos de un manco de las dos manos”, opinión, que no comparto del todo, pero casi, dado ya mis más de 45 años en el mundo de la literatura, aunque siempre alejado de él, retirado del húmedo y podrido puerto de las metrópolis literarias, residiendo en mi amada ciudad natal: Valdepeñas, mi ciudad-isla, mi ínsula báquica, mi Atenas de amor y llanto, mi Alejandría de La Mancha.
El nombrado ejemplar de L.A. de Villena, es una auténtica joya de la literatura moderna, en la que el creador se desnuda impúdicamente ante el lector y nos cuenta sus vivencias entre 1997 y 2018, sin ningún tipo de tapujos y falsa moral, que es algo que no abunda mucho en las autobiografías de otros artistas, que, más que memorias, son un cuento chino…
PUNTO FINAL
Y voy finalizando con las cálidas líneas que Villena dedica al autor de esta reseña o comentario, en su libro: “Joaquín Brotons, el valdepeñero de familia de bodegueros, poeta gay y apasionado, siempre se mostró como amigo mío, desde su querida Mancha, pero con la edad-es muy poco más joven que yo- se ha vuelto afectuoso y cómplice del tiempo, y es por ello más que justo que mencione el buen corazón de un gay de pueblo, que ha sabido vivirlo. Gracias”.
Gracias a ti, querido Luis por esos 40 años de amistad sincera, desinteresada, en la que tantas noches compartimos momentos de verdadera relación amistosa y cómplice en el mal famado bar: “Blanco y Negro”, donde abundaban los jóvenes y bellos muchachos homosexuales y bisexuales venales, que iban a “buscarse la vida”, en aquellos dorados años 80 y 90, cuando el barrio madrileño de “Chueca”, era algo tan distinto al actual, tan vulgarizado, tan mediocre, tan sin clase…, en el que es legión el “loquerío”, como en la propia vida actual, junto al “horror de la carcundia”, como tú dices en tu espléndido volumen: “Las Caídas de Alejandría”.
BIENVENIDO
Bienvenido sea a las librerías este soberbio tomo de memorias reales, vividas muy profundamente por Luis Antonio de Villena, uno de los pocos escritores que pueden vivir de la literatura en este país, pero trabajando mucho, claro, ya que escribe poesía, prosa, ensayo, traducciones, artículos para la prensa: opinión, crítica literaria y de arte en varios periódicos y revistas especializadas nacionales y extranjeros, siendo habitual sus colaboraciones en la edición de papel del diario: “El Mundo”. Además de impartir conferencias por universidades y centro culturales de varios países y colaborar en programas de televisión y sobre todo radiofónicos, especialmente, en el programa cultural: “El ojo crítico”, que emite Radio Nacional de España.
No dejen de leer esta obra única e irrepetible, donde les sorprenderá la veracidad de su autor que, incluso puede llegar a molestar, herir a los muy moralistas, que en esta piel de toro llamada España, siguen siendo legión los que hacen suyo el famoso: “A Dios rogando y con el mazo dando”.