Cuantas veces a lo largo de mi vida he tenido que escuchar aquello de que solo veo la razón del lado de los míos, siempre he sido de izquierdas y siempre he defendido públicamente esta ideología política como la mas acertada y justa para gobernar democráticamente, aplicando los valores de libertad, igualdad y solidaridad, mantener esta actitud personal me ha traído enfrentamientos y debates donde se me ha tachado de intolerante o sectario, incluso a veces de fanático, supuestamente porque nunca veo virtud alguna en las propuestas y los hechos de las alternativas políticas de derechas y conservadoras, «conmigo no se podía hablar».
Mira por donde la desaparición del bipartidismo con la aparición de Cs, UP y VOX y la llegada a la Moncloa de un gobierno de coalición de izquierdas, esta poniendo el tablero político mas complejo y calentito, con el PP de piloto, compitiendo por el voto de la España conservadora y nostálgica del franquismo, negando al gobierno de izquierdas su legitimidad y haciendo una oposición de acoso permanente para derribarlo y lograr elecciones anticipadas.
El NO es la principal y casi única alternativa que presentan las derechas,sus propuestas se resumen en desmontar todo lo que decide el gobierno de izquierdas y como su éxito es escaso se ponen broncas y recurren legalmente casi todo, incluso cosas que ellos pidieron en su día, ejemplo el supuesto cierre del parlamento por el Covid, recurrido por VOX,con el objetivo de lograr por vía judicial y la colaboración de sus amigos okupas en los órganos judiciales alguna victoria que nunca logran en el ámbito parlamentario.
Lo ultimo en el debate de la presentación de los presupuestos para el año próximo, solo se conocen los grandes números con las lineas generales y ya el PP anuncia a bombo y platillo que lo recurrirán al Tribunal Constitucional,nada de esperar a ver como queda la ley ni de saber cuantas enmiendas o de que calado son incorporadas al texto, Casado y Abascal lo tienen muy claro y aplicaran su catecismo que se resume en dos anuncios, su NO rotundo y el recurso a los tribunales para ver si la suerte y sus amigos okupas les dan oxigeno en un ejercicio mas de desprecio al parlamento.
De paso el PP anticipa que en sus territorios, alcaldías y regiones donde gobiernan, casi siempre en coalición con VOX y lo que queda de Ciudadanos, lo que salga de la ley de vivienda,en tramite parlamentario, no se aplicara dado que serán las autonomías y los ayuntamientos los que decidan en ultima instancia, si procede o no aplicarla en sus ámbitos respectivos, con lo cual se volverá a repetir aquello de las dos Españas, territorios y ciudadanos con derechos y prestaciones que les otorga esta ley y aquellos otros que aun perjudicando a muchos de sus habitantes/vecinos optaran por el NO para seguir la estela de sus dirigentes nacionales.
Este empecinamiento en el no tiene su origen y base ideológica en el fanatismo de las derechas, la derecha española es distinta y diferente a las derechas europeas, aquí son hijas y herederas del franquismo y esto pesa y se nota muchísimo, aquí con la bandera y los himnos militares ponen contenta a su parroquia y se sienten los únicos españoles legitimados para ostentar el poder, por esto consideran al gobierno de izquierdas el mas radical de Europa y repiten hasta la saciedad aquello de que el problema de España se llama Pedro Sánchez y que quitarlo de enmedio es la única solución a todo.
El fanatismo es sin duda la característica mas común y abundante de las derechas y de sus simpatizantes y votantes, son ellos los que niegan todo al gobierno legitimo y son ellos los que no ven otro camino y forma de hacer oposición que tumbar al gobierno como sea, bloqueando e incumpliendo la Constitución, con la obligada renovación de los órganos judiciales y creando tensiones y crispación en las instituciones.
Dime de que me acusas y te dire de lo que careces, así son las derechas españolas, acusan de comunistas y fanáticos izquierdistas al gobierno y son ellos los que en un ejercicio de fanatismo de libro, se niegan por que si,llegando incluso a incumplir la Constitución, manteniendo contra viento y marea en sus altos cargos judiciales a sus amigos okupas y bloqueando la aplicación de leyes que como la de vivienda dejara a cientos de miles de ciudadanos sin derechos o prestaciones por obra y gracia de estos fanáticos anclados en la nostalgia del pasado.